3: Aquella maldita noche.

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Irati
Mientras Eliot se quedó enrrollandose con la última chica del equipo de animadoras que le quedaba. Yo tuve la maravillosa idea de jugar al juego de la pelota. Nunca supe como se llamaba. Era el típico juego en el que si metías la bola en un vaso lleno de cualquier tipo de bebída, el contrincante bebía y en el caso que no la metieras bebías tú.
Y adivinad quien se bebió cuatro de los ocho vasos que quedaban encima de aquella mesa.
-¿Pero por que bebes si ni si quiera he tirado?-
-Por que eres tan malo que ni sobrio encestarías en uno de los vasos- Reí y bebí. Todos los chicos que se encontraban alrededor de la mesa gritaron como estúpidos al escuchar mis palabras emitiendo una especie de burla contra el otro chaval al cual hace cinco minutos conocía.
Yo lo llamaba apareamiento de subnormales hormonales.
No es que tuviera una manía contra los chicos. Es que yo quería encontrar a uno que no fuera un capullazo.
La cosa es que probablemente compartiera universidad con la mayoría de los aquí presente. O eso creía justo antes de que mi vida se pusiera patas arriba.
-Por favor, traigan a un contrincante competente- De pronto, trajeron entre todos a Elliot. Como ya sabéis mi mejor amigo.
-Hola- Dije
-No pienso jugar contra ella-
-¿Por?-pregunté.
-Por que sé que ganaré.
- Yo no estaría tan segura-
-Además
- Además nada, diez pavos a que te gano- De verdad, esta noche vendría con veinte t acabaría con cuarenta pavos en el bolsillo.
Volvieron a llenar los vasos. Ambos nos mirábamos fijamente. Lo hacíamos amistosamente. De hecho, casi nunca nos peleamos y las pocas veces que lo hacíamos era jugando a la consola. Es el peor jugando a Mario kart.
-Que comience el juego- Gritó uno de los chicos borrachos dramáticamente con una toalla entre manos que impulsó para hacer el gesto del ring en lucha libre. Tras eso, comenzamos a lanzar las pelotas de ping pong. Me hubiera gustado deciros que perdí, bebí me emborraché y lie con varios chicos en la fiesta. Pero sí, gané, me emborraché y me marché de ahí lo antes posible. Una vez fuera, llamé varias veces a casa, mi madre no contestaba. Era raro en ella, ya que Ellen era de las personas que siempre agarraban el móvil y nunca fallaban a la hora de contestar una llamada. Algo había pasado.

Vuelvo a entrar a la mansión. Miro por todos lados, al fondo, Eliot liándose con una chica. Me acerco a ellos y comienzo a tocarle el hombro con el dedo índice ejerciendo fuerza para llamar su atención.

-Ahora no Ati- ¿Cómo Ati? Sabe que detesto que me digan eso. Ahora se iba a enterar, iba a llamar tanto su atención que desearía no ser mi mejor amigo.

Me acerqué de nuevo hacia ambos. Lo siento Eliot.

-Tú guarra, ¿Qué haces con mi novio?- Dije girándola y tirándola en el suelo.

-¿Pero que dices pirada?-

-Vete si no quieres que te parta la cara zorra-

-Pero ella, Irati no, ella no-

-¡Y tú cállate!-

Tras eso, me abalancé sobre ella y le susurré en el oído.

-Lo siento-La agarré del pelo, no quería hacerle mucho daño. Y es que, o hacía eso, o me tocaba hacer un baile erótico sobre la mesa de ping pong y ninguna de ambas se encontraban en mis planes.

-Que alguien les tire agua encima peleando mojada se tienen que ver tan jodidamente sexys- Me levanté, ya no me importaba la mentira, ese chico me las pagaría. No lo conocía pero era un capullo increíble. Le pegué un puñetazo en la cara y dejé sangrando la nariz.

-Que pena-

Tras eso, agarré de la mano a Eliot y salimos de aquel lugar.

-Ahora no me volverán a llamar a otras fiestas rarita-

-No haberme invitado- Dije caminando.

-Me has jodido el ligue-

-¿Quien era esa? Que pregunta más tonta, la última chica que queda por tirarte del equipo de animadoras. Es broma.

-Ahora sí, ¿Por qué has hecho eso?-

-Mi madre, necesito que me lleves a casa-

-¿Qué le ha pasado?-

-No me ha cogido la llamada-

-¿Me estás diciendo, que has montado todo ese espectáculo por que tu madre, no te coge el teléfono a las cuatro de la madrugada?- Dijo atónito.

-¿Ya son las cuatro?-

-Bueno, ¿Me llevas?- Él se rió y afirmó con la cabeza.

El recorrido en coche fue silencioso, no comentamos nada sobre lo sucedido y opté por que era mejor. Aunque había sido algo divertido, dentro de las posibilidades.

Una vez llegamos a casa, descubrí que todas las luces incluidas las exteriores, estaban apagadas menos la del salón. Dentro, un hombre de edad media estaba algo angustiado. ¿De quien se trataba? Una vez nos vio, dijo desde la puerta principal.

-¡Ayuda!- ¿Quién era? ¿Qué hacía en mi casa? ¿Qué había pasado?

-¿Quién es usted?- Dije entando en la casa.

-¿No le conoces?-

-¿Por qué debería?-

-Es Luke, Luke Ayers-

Una vez entramos, descubrí la terrible verdad, mi madre había sido asesinada. Se encontraba en el suelo. Al parecer, había recibido una puñalada. Todo estaba repleto de sangre. Y había un completo desconocido para mi llamado Luke Ayers, quien se encontraba dentro de la casa cuando el homicidio.

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NOTÍCIA DE ÚLTIMA HORA: Al parecer, el cadáver Ellen Howland ha sido encontrado en su domicilio por su hija. Según otros medios de comunicación indican, fue apuñalada la pasada noche del seis de mayo.

La gente consternada, sigue preguntándose que pasó esa noche.

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The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora