The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)

9: Ibiza

Jace

Desde luego no sabía si Luke mentía tan solo, que el arma del crimen tenía dueño. Dewey Ayers. Aunque no se quien con setenta años asesinaría a alguien y esa otra persona no vencería a aquel hombre tan mayor. Si algo tenía claro es que esta versión de la historia no me cuadraba.

Subí a uno de los coches patrulla y me dirigí hacia el aeropuerto junto a cuatro vehículos más. Nos saltábamos semáforos, adelantábamos a coches, el vuelo no podía salir.

***

Con suerte, llegamos al aeropuerto con los coches por la parte trasera del lugar. Justamente, en la pista de aterrizaje. Una vez bajamos, descubrimos que solo quedaba un avión privado a punto de despegar. A medida que me acercaba, este comenzaba a desplazarse y a cerrar su compartimento trasero.

-Mierda- Dije corriendo- Todos me siguieron pero ninguno de ellos logró entrar. Solamente yo con ayuda de un impulso que me hizo aferrarme al compartimento que estaba a punto de cerrar por completo.

Una vez alcé la vista del suelo del avión descubrí que solamente se encontraba un anciano sentado observando a través de la ventanilla,

-Señor- Dije acercándome poco a poco hacia él. El avión privado, era lujoso como nunca antes había visto uno. Botellas de champagne, asientos que se convertían en camas e incluso u televisor de quinientas pulgadas frente a cada asiento con cascos inalámbricos para escuchar el televisor. Justo al frente, al final del pasillo, se encontraba la cabina de control.- ¿Es que no me oye?

-Dígame- Dijo tranquilo sin apartar la mirada de la ventanilla.

-¿Es usted Dewey Ayers?- Pregunté.

-Sí- No dudó en responder. En este caso, me miró quitándose las gafas de sol. Se podían apreciar cada una de las arrugas que marcaban las facciones de su rostro. Solo que no mostraba ningún tipo de expresión. Me recordaba a su hijo puede, que aunque no fueran de sangre en algo se parecieran, ambos eran unos psicópatas asesinos solo que el aprendiz ganó al maestro por tercera vez. Aunque en este caso ganó la reina que fue quien desterró a ambos y se quedó con todo durante un largo tiempo. Si que tuvo que ser honrada Ellen quien aun a sabiendas las riquezas que poseían esta familia no pidió ningún tipo de compensación por daños y prejuicios por no hablar, de otro por el asesinato de su hermanastra. Ahora que lo pienso, no era honrada lo que fue, es poco espabilada ya que podría haberse quedado con todo el dinero posible, irse a cualquier rincón del mundo y contratar quinientos guardias de seguridad para protegerse de esos impresentables.

-Queda usted detenido por el asesinato de Ellen Howland la pasada noche. Cuando vuelva a Seattle deberá tomar algún tipo de declaración por lo ocurrido.

-No se de que me habla- Me dijo desde aquel asiento mientras yo me movía ágilmente hacia la cabina de control.

-Señor, policía estatal de Seattle- Dije mostrándole mi placa a aquel piloto- Debemos volver- Cuando me iba a responder, noté como me agarraron del cuello e impulsaron hacia fuera de la cabina. Yo como un acto reflejo, agarré la pistola. Comenzamos ambos a forcejear. Hasta que de pronto, un disparo inundó el lugar de sangre. Algo había ocurrido. Me encontraba mareado, me había disparado.

- ¿Pero que ha hecho?- Dije asustado con la voz rasgada- Hay disculpa, no recordaba que tenía el chaleco anti subnormales a los que le gusta disparar con un juguetito que mata. Vamos lo que es un chaleco antibalas. De pronto, el compartimento final se abrió causando que una gran bocanada de aire entrara.

-¿Unas últimas palabras? -

- Sí, déjame pensar. No me puedo creer que un viejo de setenta años sepa karate. Poco a poco, el aire fue llevándonos hacia el compartimento final. Intentábamos aguantarnos en los asientos mientras peleábamos solo que el aire y una patada propinada por aquel hombre fue lo que hizo que cayera al vacío. -Que va, ni de coña moriría de una manera tan ridícula- Si es cierto, estaba a punto de caer cuando me agarre a una placa. Poco a poco me acerqué de nuevo hacia él cuando sentí una bala impactar sobre mi cabeza. Lo último que recuerdo, fue desvanecerme entre el aire sabiendo que esta vez había perdido para siempre y que en este caso jamás volvería. Puede que esta vez el "villano" por no decir el iaio asesino (Por favor seriedad que estoy muerto) ganó la partida huyendo a Ibiza.

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NOTA DEL AUTOR: 1 personaje que sale en dos capítulos que me cae bien (Y mira que hay poquitos en el libro) Y lo asesino.

Nos vemos en la próxima actualización...