14: Una noche

14 6 5
                                    

Ellen

¿Recuerdas aquellos momentos en los que sentiste tirar tú vida por la borda y al final todo saló bien? Pues este luego, no será el caso.

Ahora estaréis pensando -Escapan y huyen- o -Les deja pasar, no revisa el maletero, queman a Ronald bueno, mejor dicho, al cadáver de Noah y viven felices por siempre- Pero creedme, lo del policía fue así pero no creáis en los finales felices o al menos no para esta historia.

***

De pronto, el walkie talkie que aquel hombre llevaba colgando del pantalón comenzó a emitir sonidos : ¿Royer estás ahí? Hay una emergencia en el "Olive Way" ven, necesitamos tu ayuda urgentemente.

-Está bien- Dijo el apretando un botón de aquel aparato.

-Anda circulen y disfruten de los días mientras el amor perdure, que tengan un buen día- Dijo el hombre subiéndose al vehículo. Tras dictar esas palabras, se marchó.

No se por que me recordaba a Homer Simpson si fuera un cupido en contra del amor.

Tras aquel pequeño incidente, continuamos el recorrido en silencio, un gran incómodo silencio que se hacía notorio.

Instantes después sacó un cigarrillo y se lo encendió. Aunque fuera ilegal todo el mundo lo hacía. Bueno tampoco ilegal solamente una multa y Luke, se podía permitir pagar más de un millón de multas por fumar en un solo mes.

-¿Puedes no fumar? El humo me molesta- Una vez dije esas palabras él sin decir absolutamente nada, se inclinó hacia mi para echarme el humo en la cara.

-¿Quieres?- Dijo en tono burlón.

-Sí- Él soltó una carcajada y me pasó el cigarro. Si, ya se que es contradictorio pero es que no me molestaba el humo de aquel cigarro, solo pretendía fastidiar un poco.

-Eres una rara enana- ¿Enana? pensé yo retándole. Si es cierto que él tenía veintinueve y yo veintitrés años. Además él era más alto que yo pero no tanto. Un metro sesenta está bien ¿No?

- Y tú un imbécil. Anda mira, si sabes hablar y todo. Ya creía que te estabas asfixiando con tus propias palabras. Lo único que me dices en todo el trayecto y es una completa gilipollez. La verdad, no entiendo como puedes estar tan tranquilo aún sabiendo lo que o mejor dicho a quien tenemos en el maletero y su estado-

-Cállate, ¿Es que nunca te han dicho que hablas demasiado?- Dijo perdiendo la paciencia. Lo cierto, es que sí. En cierta parte tenía razón, si algo hacía es hablar sin parar cuando me aburría y por eso mismo, de pequeña siempre me daban algo para hacer ya que si no tenía la mente ocupada hablaba y hablaba sin parar hasta caer rendida por sueño.

***

-O te callas ya o te dejo aquí misma- Al principio le hice caso pero luego seguí.

***

Al parecer, ya habíamos llegado. Como era obvio durante el resto del trayecto continuamos discutiendo hasta de la música que ponían en la radio luego, nos insultábamos y nos callábamos. Así progresivamente hasta llegar aquí. Incluso estuvo amenazándome con dejarme en la carretera tirada un par de veces. Menudo capullo.

Bueno, salí de mis pensamientos. Solamente, quedaban un par de cosas por hacer bueno, tres. Sacar a Ronald del maletero, calcinarlo y volver como si nada de esto hubiera sucedido para así continuar con nuestras vidas sin la necesidad de ir a prisión acusados JUSTAMENTE de asesinato "involuntario"

-Ayúdame- Dijo chafando el cigarrillo en el suelo para que se apagara.

-Yo no toco al muerto-

¿Qué al final lo agarré y lo llevé hacia el claro que había a unos metros de una cabaña que suponía que era de los Ayers cuando ni si quiera me lo habían comentado? Sí, efectivamente.

Nos alejamos del coche y comenzamos a calcinar el cuerpo de Ronald. Chispas salían y el fuego se expandía por todas sus extremidades. Una vez que hicimos aquello, estaba anocheciendo de nuevo. A ver me explico. El asesinato de Ronald se había producido en la madrugada y con eso de buscar soluciones se nos hizo casi de noche. Para cuando llegamos a la montaña tras nuestro retraso a causa de aquel policía y esperábamos a que el cuerpo se desintegrara, se hizo cas de noche.

Una vez acabamos aún sin decir palabra alguna, nos dirigimos hacia el coche. Comenzó a llover con gran fuerza y además las ruedas las habían pinchado.

-No puede ser!- Decidimos entrar en la cabaña de la familia.

Una vez allí, encendimos la chimenea y nos sentamos en el sofá del salón.

La cabaña, era impresionante. Estaba completamente hecha de madera y en su interior habían varias habitaciones por no hablar, de los trofeos que esa familia había ganado.

-Voy a llamar a algún choffer de la mansión para que venga a por nosotros cuanto antes- La lluvia impactaba con fuerza en el suelo, el sonido de las hojas movidas con viento comenzaban a inquietarme.

-Al parecer, han cortado las carreteras. Vendrá por la mañana por lo que, tendremos que pasar la noche aquí-

_____________________________________________________________________________________________________________

NOTA DEL AUTOR: ¿Ellen y Luke solos una noche entera en la cabaña del bosque? Esto se va a poner interesante. ¿Qué puede salir mal?

Posdata: Nos vemos en el próximo capítulo.

The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora