5: Sospechoso 1: Luke Ayers

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Jace

Desperté abrazado por una chica de pelo rizado. Al parecer, me estaban llamando. Agarré mi teléfono, las diez y cuarto de la mañana. Mierda.

-Dime jefa- Dije mientras quitaba el brazo de aquella muchacha de mi vientre.

-Vente cagando leches, ha habido un asesinato-

-¿De que se trata?-

-Ellen Howland. Al parecer, un Ayers estaba en el lugar del asesinato-

-Voy de inmediato- Tan rápido como pude desapegarme de aquella lapa. Agarré los pantalones y cuando iba a marcharme habló.

-Buenos días mi amor-

-Me tengo que ir- ¿Qué dice de mi amor? Nos conocimos anoche.

-¿No te quedas a desayunar?-

-Imposible, se ha muerto una mujer- Esto no era mentira.

-¿Cómo?-

-Adiós-

-Pero oye, espera- Escuché su voz detrás de mi. Por dios, necesitaba irme.

-Dime- Dije apoyado en el marco de la puerta.

-¿Cuando volvemos a quedar?- Si hubiera en mi cabeza un demonio parlante diría- No le vas a volver a ver el pelo en tu vida-

-No lo se ahora mismo, ya te llamaré- No te llamará

-Si no tienes mi número-

-Lo averiguaré-

-Pero-

-Adiós- Cerré la puerta enfrente de sus narices pero es que la verdad, siempre pasaba lo mismo.

Una vez salí a la calle me miré en el reflejo del cristal del coche. Mi pelo rubio estaba completamente desaliñado y llevaba la misma ropa que ayer. Erika la jefa, me iba a matar.

Subí al coche y tan rápido como pude me dirigí hacia la comisaría. Mierda, había un atasco y hacía muchísima calor hoy. Tan solo faltaba el camión con los músicos encerrados cantando Another Day Of Sun. De La la land.

-Por dios que llego tarde-

Simplemente pensé. Fue una mala elección pero, me sirvió para llegar a tiempo.

Encendí la sirena y la subí al techado del coche para después hacerme hueco entre tantos y tantos coches que andaban parados en aquel maldito atasco gigantesco que impedía el paso a cualquier pequeño alfiler.

Tras veinte minutos, logré llegar a la comisaría. Todo era bastante dinámico con la polémica del nuevo caso. Informes subían, bajaban por varias plantas, los ordenadores sonaban por cada correo o noticia que recibían a cada segundo y mientras eso sucedía, Erika me observaba furiosa desde la puerta de su despacho. Lugar en el cual me hacía una seña con la mano para que fuera hacia allí.

-¿Qué sucede?-

-Llegas cuatro horas tarde en un día tan ajetreado e importante-

-Disculpa, asunto familiar-

-Fíjate el asunto familiar que ha venido llamándome mi amiga diciendo que tú le habías dado plantón y te habías ido. Da gracias a que no sabe que trabajas aquí por que si no, créeme que acabarías peor que cualquier persona con prisión preventiva-

-Bueno, ¿Me puedes explicar de que va el caso?-

-Hace diecinueve años, una chica llamada Ellen Howland destapó las mentiras de una familia muy importante durante aquellos años apellidados los Ayers-

-¿Y?- Le dije mientras revisaba el informe del primer sospechoso. Al parecer, según el fichero indicaba se trataba de Luke Ayers.

-Al parecer, salió la verdad a la luz por lo que, Luke Ayers internó en prisión y Dewey Ayers en un centro psiquiátrico por estafa, difamación, agresiones sexuales incluyendo físicas. y unos largos puntos suspensivos-

-Vale, prosigue- Ahora mismo, no estaba entendiendo absolutamente nada.

-Hace un par de días Luke Ayers salió de prisión y esta misma noche, Ellen Howland ha sido asesinada. Por si eso era poco, estaba en la escena del crimen-

-Es sencillo, encerrémoslo de nuevo entre rejas. Blanco y en botella...-

-No es tan sencillo-

-¿A qué te refieres?-

-¿Quien pasaría diecinueve años en prisión para después asesinar a su enemiga por así decirlo y pasar el resto de su vida entre rejas? Si en tantos años no se descubrieron las intenciones de los Ayers frente a todo lo que estaban causando, ¿Por qué sería tan tonto como para asesinarla? Digo yo que su sed de venganza no daría para asesinarla con sus propias manos y eso implica..-

-Que no fue él-

-Recuérdame por que no te despido-

-Por que soy el mejor policía de todo Seattle-

-¿Tú crees?-

-No lo creo, lo afirmo- Dije dirigiéndome a la sala de interrogatorios.

-Buenos días- Mira, yo soy un policía diferente a los que conoces- Dije cerrando la puerta. Aquel hombre, se encontraba sentado en la silla. Se mostraba tranquilo, incompasivo. Eso de tener familia rica le vino bien para actuar.- No soy muy de seguir el protocolo y se que tú, eres el asesino. Se ve a quilómetros de distancia- De pronto, me cortó y suspiró de un modo exagerado y un tanto irritante para después hablar.

-Por favor, deja de hablar. Sé quien lo asesinó-

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Atención: Noticia de última hora. Al parecer, la pasada noche, el internado Dewey Ayers, paciente del centro psiquiatrico LEAVENWORTH, en Seattle se escapó del recinto causando un grave incendio en el lugar. No se sabe que sucedió aún pero si logran dar con su paradero, alerten a la policía de inmediato.

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NOTA DEL AUTOR: (Sí se que tardo escribiendo pero entre obras de teatro, exámenes finales, trabajos, presentaciones... No paro) A partir de domingo si no puedo escribir algún capítulo más esta semana que lo intentaré, escribiré bastante.

Dicho esto: #nuevospersonajes. ¿Se puede apreciar al nuevo policía? Cuando se resuelva algo que sabemos obviamente o no, no los perderéis de vista. Nos vemos en la próxima actualicación

The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora