The Ayers (Antes De Que Te Destruya 1)

8: Anna Ayers

Al llegar a la mansión descubrí un coche policial estacionado en el jardín, justamente frente a la puerta principal. Algo estaba sucediendo.

Luke
Me encontraba en casa cuando sucedió. Las puertas se abrieron y apareció la policía. Rápidamente, estacionaron el vehículo y entraron en la mansión. Mi madre, no se encontraba aún en casa debido a que estaba firmando los papeles del divorcio con el impresentable de Dewey. Seguramente, no sabíais lo que estoy apunto de contaros pero allá vamos. Realmente no soy un Ayers técnicamente de manera legal si pero, no tenía sangre proveniente de esa persona llamada Dewey, no soy su hijo biológico.

Todo comenzó cuando tenía cuatro años. Por aquel entonces, tan solo estábamos mi madre Alison y yo.

No fui un niño deseado. Y ahora os contaré como sucedió detalladamente, precisamente nos dirigimos justamente al día en el que mi madre se quedó embarazada de alguien a quien llamaría Luke.

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Me encontraba cerrando la puerta de la casa de mis padres con llave. Rachel, la que por aquel entonces era mi amiga, estaba conmigo. Una vez llegamos a la discoteca, el horror comenzó. Yo bailaba, me divertía, bebía. Me lo estaba pasando en grande esa noche, un par de horas más tarde, Rachel se acercó hacia mi. -Me voy- Habíamos quedado en que vendría a dormir a mi casa pero había conocido a un chico aquella noche. Yo solo asentí. Había ido solamente por que ella, me lo había pedido por lo que cuando se marchó yo lo hice también. Estaba esperando a que el autobús llegara pero aún quedaban veinte fríos y solitarios minutos que pasar sola en la calle hasta que llegara el momento de subirme al autobús y marchar hacia casa. La calle se encontraba completamente vacía, no había nadie por allí. Las luces que iluminaban el banco de la parada donde estaba sentada, parpadeaban y la incomodidad se apoderó de mi.

Tras minutos de inquietante espera, un coche apareció. Deseaba que no parara justo en frente mía pero lo hizo. -Hola muñeca,¿ quieres que te lleve?- Recuerdo las palabras de aquel hombre como si se hubieran quedado grabadas en mi memoria por siempre. Yo me negué en todo momento, pero el coche avanzaba a mi paso. Estaba asustada, no sabía que hacer. Solo pensé en correr y así lo hice. Pero me agarró por detrás y me intentó introducir al coche. Pero hice fuera y empuje con la pierna para que perdiera el equilibrio y se cayera y así sucedió. Pero se levantó y me empujó. El impacto con el suelo me dejó completamente inconsciente.

Desperté dolorida, tirada en el suelo. Tenía heridas por todo el cuerpo, solamente estaba en ropa interior a mitad de la noche tirada en la calzada. Tenía la ropa íntima ensangrentada y me ardía la vagina. Poco a poco me arrastré y con un hilo de voz dije: -Ayuda- Mientras lloraba. Necesitaba ser valiente pero, en esos momentos no podía serlo.

Volví a recuperar la conciencia días después en el hospital. Me salvé, me salvé de esa bestia pero solo de la muerte ya que, las secuelas físicas y psicológicas nunca se borrarían de mi mente. Y sí, con el apoyo de mis padres decidí denunciar. Días más tarde, la policía encontró a ese maldito desgraciado muerto en una fábrica abandonada con un par de jeringas de heroína inyectadas en su vena. Por lo que murió por sobredosis. Un par de meses después, descubrí que estaba embarazada, que ese maldito violador, me había dejado embarazada. Y tendría que cuidar a ese niño yo sola, pero me las arreglaría. Tiempo después conocí a Dewey Ayers quien nos acogió a Luke como si fuera su hijo y a mi. Debido a que aquel bastardo murió, Luke obtuvo los apellidos de Dewey y yo me casé con él.

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Y sí, encontré ese fragmento del diario de mi madre hace cinco años en el desván. No dije nada debido a que no quería destapar un fantasma del pasado pero así sucedió todo.

***

La puerta se abrió y el agente entró.

-¿Sucede algo agentes?- Dije bajando las escaleras.

De pronto, mi madre apareció por la puerta y repitió la misma pregunta que yo.

Algo iba mal y yo sabía que podía ser cualquier tipo de cosa.

Por las escaleras bajó Anna y la puerta se abrió de nuevo. La maldita asistenta. ¿Faltaba alguien? Esto no estaba pasando. Bueno realmente, si estaba sucediendo solo que por alguna extraña razón todo me pareció algo surrealista. Necesitaba que mi hermano apareciera y que todo volviera de nuevo a ser normal.

-Anna, sube a tu habitación-

-No pienso subir, soy la segunda más mayor de los hermanos. Tengo derecho a saber sobre Noah al igual que, tú-
-Anna, hazle caso a tu hermano, señorita Ellen por favor acompaña a Anna a su estancia.

Una vez se marcharon, el agente policial habló.

-Hemos encontrado algo que podría llevarnos a descubrir el paradero de Noah-

-¿De que se trata?- Dije yo.

- Un hombre dijo haberlo visto hace varios días entrar a una cabaña situada en el bosque-

¿Qué clase de broma es esta? Lo de la cabaña lo sabía hasta yo.

De pronto, mi teléfono sonó.

-Disculpad, debo contestar- Agarré el teléfono y lo descolgué- ¿Dígame?- Al parecer se trataba de un número desconocido

-Se donde se encuentra tú hermano y también sé que en tu casa se encuentra ahora mismo la policía. Si quieres saber donde se encuentra a las dos de la madrugada te espero en la ubicación que te acabo de enviar. Si alguien va contigo o le cuentas algo a la policía, tú hermanito morirá- Tras dictar esas palabras colgó.