11.- Luego de años

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Vivir 6 años en sociedad no lo habían preparado para que luego de su graduación fuera aventado a enfrentar la vida adulta, mucho menos para quedar solo de nuevo.

Ya sabes, los sueños no siempre se hacen realidad

Su sueño siempre fue volver a la naturaleza que lo vio crecer. Pero, ahí estaba... 6 años después de terminar el instituto, 12 años desde que fue "rescatado" del bosque, viviendo en un pequeño departamento de un ambiente en pleno centro de la ciudad, justo al lado de una avenida de alto tráfico.

Suspiró resignado, a pesar de que no vivía la vida que alguna vez soñó, no todo era tan terrible. Trabajaba en un gimnasio 24/7 donde era entrenador e impartía clases de defensa personal, por lo que podía entrenar todo el día si quería y pelear con algún gigante musculoso que quisiera enfrentarlo.

-•-

Era jueves, su turno había comenzado hace dos horas y ese día no tenía clases que dar, así que solo vigilaba que nadie se lesionara ocupando las máquinas.

- Inosuke – lo llamo Yoshio, el dueño del local, haciendo un gesto con la mano para que se acercara y pudieran entrar a su oficina.

- ¿Qué? – preguntó desafiante una vez que cerró la puerta, no era raro que su jefe lo regañara por excederse con los entrenamientos en sus clases.

- Necesito pedirte un favor... - su tono era suplicante y es que, a pesar de que era su jefe, ellos eran muy cercanos y se trataban con confianza.

- ... - se cruzó de brazos y esperó.

- Falta alguien para cubrir el turno de noche de hoy...

- No vengas con tus mierdas.

- Solo debes vigilar la recepción – movía los brazos de formas extrañas, bajándole el perfil a tener que quedarse toda la noche despierto – de todas formas, viene muy poca gente en la noche...

- No he dormido lo suficiente, no creo que quieras que me vean durmiendo.

- Por supuesto que no, ve a tu casa ahora... duerme un poco y me cubres el turno ¿por favor?

- Mmmrh... - en realidad no tenía motivos para no aceptar, Yoshio sabía que Inosuke no tenía familia, ni pareja estable, ni hijos y siempre terminaba siendo el que cubría los turnos que nadie más podía.

- Te tomas el viernes luego de salir del turno, y así tienes un fin de semana largo – ofreció cruzando sus dedos con los codos apoyados en su escritorio, como si entregara su mejor oferta.

De todos modos... no tenía nada mejor que hacer, y si tenía un "fin de semana largo" podría irse a acampar o subir alguna montaña. Esperó a que su jefe le suplicara un poco más, por su pura satisfacción, y finalmente asintió con la cabeza.

Yoshio le recordaba mucho a Tanjiro, se ganó su confianza y cariño en muy poco tiempo convirtiéndose en alguien importante para él, fue quien le tendió la mano cuando llegó a esa ciudad y siempre estaría en deuda por eso. Aun así, no podía negar que extrañaba a sus antiguos amigos, a Tanjiro e incluso a Zenitsu, mucho más a Nezuko, muchísimo más a Aoi.

Pero su vida había tomado un camino diferente y no sabía de ninguno de ellos desde hace años.

- Me largo entonces... - sentenció volteándose para salir de la oficina.

- ¡Gracias Inosuke-sama! ¡¡El turno comienza a las 11!!!

Ya casi eran las 4 de la tarde y como siempre trabajaba de turno de tarde, sus horarios para comer estaban algo alterados. Calculaba que tendría las horas suficientes para dormir si no perdía tiempo cocinando la cena, por lo que camino solo unos pasos al restaurante que se ubicaba en la misma cuadra que su trabajo, que ofrecían simplemente la mejor comida casera japonesa que hubiese probado en su vida, bueno... en realidad le era en extremo familiar... muy parecida a la mejor comida que hubiese probado en su vida.

Simple y complicado || InoAoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora