31.- Regaño

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A la mañana siguiente despertó con la alarma de Aoi y todos se levantaron para desayunar juntos como familia durante un día laboral, por primera vez. Dejo a su novia en pijama mientras él se encargaba de dejar a su hija al colegio, no se encontró con la "profesora de pelo corto" y Kyoko le deseo un buen día antes de desaparecer junto a un grupo de niñas.

El día comenzó incluso mejor que el anterior y ese sería el último de aquella encantadora rutina que pensaba aprovechar al máximo, entonces ¿Por qué todo debía ser tan difícil?

-•-

El día estaba particularmente pesado, muchos clientes, muchos incidentes, todos parecían estar un poco más irritables, incluyéndolo, y de un momento a otro recibe un mensaje de Aoi donde le pide hablar un momento antes de que se fuera a por su hija al colegio. No tenía un buen presentimiento.

- Kyoko... - soltó nada más verlo afuera del restaurante, ni siquiera lo saludo de lo enojada que estaba.

- Ay... ¿Qué paso ahora? – preguntó frunciendo las cejas.

- A ella nada, pero... USHH ¡yo le he dicho que no haga ese tipo de cosas!

- ¡Pero dime que paso!

- Estaba jugando con sus amigas a "empujarse" ¿¡Qué clase de juego es ese?! – Inosuke recordó lo entretenido que era jugar así con sus amigos.

- ¿Y qué paso? – preguntó tratando de ocultar su sonrisa nostálgica.

- Una pequeña que esta en su grupo ¡Salió volando! Cayó de cara y se rompieron sus gafas...

- Por perdedora le pasa... - pensó en voz alta.

- ¡Inosuke!

- ¿Y qué? ¿Tendremos que pagarle los lentes? – se cruzó de brazos como si lo estuviesen regañando a él. A su juicio era una situación ridícula como para estar enojado, pero trataba de pensar como un adulto responsable.

- Si, pude hablar con los padres de todas las que estaban "jugando" y llegamos a un acuerdo, finalmente fue un accidente...

- Claro que lo fue... Kyoko no es una matona – esperaba que no lo fuera o tendría que pasar por esa situación muy seguido. Recordaba que Hisa-san frecuentaba la sala de profesores por su culpa.

- Pero tendrás que regañarla.

- ¿Que?

- Lo que escuchaste – Aoi se cruzo de brazos también, lo estaba desafiando.

- ¿No puedes hacerlo tu?

- ¿Y quedar siempre como la mala mientras tu la consiente? Claro que no... ahora estamos juntos en esto.

- Pero Aoi... - se quejó sin muchas ganas, una pequeña parte de él sabía que era su responsabilidad.

- Kyoko no sabe que yo sé, así que mínimo no la dejes jugar en la consola hoy, lo demás lo dejo en tus manos... - soltó un largo suspiro resignado, abrazándose a sí misma.

- Tsk... - al menos ninguno de los dos disfrutaba de la situación.

-•-

De camino al colegio pensaba en como regañar a su hija. Hisa-san nunca lo hizo, no importaba la travesura que hiciese nunca le dijo nada y le preparaba tempura para cenar como siempre. Tanjirou una vez le dijo que Hisa-san no era como una "mamá", si no que como una "abuelita" y quizás tenia razón.

Llegó a la entrada de la escuela aun más confundido y se encontró nuevamente con la profesora fastidiosa, que se mostró muy contenta de verlo otra vez.

Simple y complicado || InoAoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora