Simple y complicado || InoAoi

9.- Lo sabías

Las semanas pasaron y con ellas el invierno, para dar paso a una cálida primavera. La "relación" entre Inosuke y Aoi cada vez era estable, escurridizos "te quiero" habían sido dichos por parte de ambos, aunque aún mantenían las apariencias con sus amigos, sin ningún motivo aparente. Les parecía divertido hacer todo a escondidas, aunque, no lo hacían del todo bien.

Kanao ya lo sabía todo. Había descubierto a Aoi haciendo bocetos con las iniciales "I & A" con corazones en clases, como toda una colegiala enamorada. Además, un día le pidió su celular para usar la cámara y pudo ver en la galería algunas fotos de ambos, intento no husmear, pero no pudo evitarlo. Aunque Aoi nunca le había hablado abiertamente del tema, no le reprocho nada y solo se dedicó a admirar la felicidad que irradiaba su amiga.

Por otro lado, Tanjirou y Zenitsu habían escuchado más de una vez "lo asombrosa que era Aoi", lo "rica que era su comida" y "que no podía salir con ellos porque la vieja no iba a estar y tenía que estudiar con Aoi" a pesar de que lo último también era un secreto y que los tres sabían que él no pretendía sólo "estudiar".

A Inosuke le fascinaba ver lo dedicada que era Aoi para todo, de cierta forma le relajaba verla haciendo cualquier cosa, con su ceño fruncido y sus movimientos precisos. También, le encantaba molestarla mientras estudiaba y así podía discutir un rato con ella, para luego darle besos de disculpa, él sabía perfectamente que a veces ella lo manipulaba desafiándolo a hacer cosas que en realidad no quería hacer, pero él también había aprendido sus puntos débiles para salirse con la suya.

Por otro lado, Aoi amaba todas sus facetas, tanto las divertidas con su increíble inocencia, como también la de chico arrogante que se creía dueño del mundo, todas conformaban al Inosuke con el que discutía, él que la abrazaba cuando estaba estresada y él que parecía nunca estar satisfecho de ella. Le encantaba verlo entrenar, aprender y sonreír con los ojos cerrados mientras descansaba bajo la sombra de un árbol.

Era mediados de marzo, estaban a solo unos días de su graduación y Aoi se sentía satisfecha de haber aprovechado al máximo sus últimas semanas en Tokio. Ya casi no trabajaba y pasaba las tardes con sus amigas, con Kanao y sus hermanas, con su familia y especialmente con Inosuke.

Luego de los últimos exámenes del periodo, sus "sesiones de estudios" pasaron a ser simples citas. Con el buen tiempo pudieron volver a su santuario detrás de la tercera banca del parque, aunque solo un par de veces, ya que ambos preferían salir a pasear o la privacidad de la habitación de Inosuke. Solían ver películas, comer en restaurantes baratos o simplemente hacer cualquier cosa con la satisfacción de su mutua compañía, solo compartiendo el mismo espacio.  Aoi se dedicó a quererlo con intensidad, porque sabía que no duraría para siempre.

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El viernes a la hora del receso se vieron a lo lejos, Inosuke dio la señal, pero Aoi negó con la cabeza. Se acercó con el ceño fruncido, no era la primera vez que pasaba que uno de los dos no podía, pero nunca le había gustado que le dijeran que "no".

- ¿Por qué no? – preguntó molesto.

- Esta tarde me voy con mis padres de viaje a Nagoya, por el fin de semana – respondió entristecida.

- ¿Se van de vacaciones? – Aoi lo miró sorprendida en respuesta.

- No Inosuke... ¿Recuerdas que me he estado preparando para entrar a la universidad?

- ¡Claro que sí! ¡Yo siempre te escucho!

- Bueno... vamos a Nagoya.

- ¿Que tiene que ver la universidad con ir a Nakoga? - preguntó ladeando la cabeza sin entender nada.