28.- Cambios

750 93 18
                                    

Los días pasaron en una rutina tranquila y completamente nueva, llena de pequeños e imperceptibles cambios que ocurrieron de manera natural.

Veía a Aoi en la semana durante su hora de descanso antes de que él entrara a trabajar y como no tenía libre todos los fines de semana, en sus días de descanso pasaba las tardes con sus dos chicas favoritas.

No tardó en darse cuenta de que ese tiempo no era suficiente, sobre todo para Kyoko que demandaba su atención y no entendía por qué su papá trabajaba hasta tan tarde.

Tomó decisiones importantes sin siquiera notarlo.

-•-

- Oi – entró irrespetuosamente sin tocar a la oficina de su jefe, Yoshio solo lo miró y con un gesto lo invito a sentarse – Tengo que contarte algo.

- ¿Pasa algo? – preguntó prestándole genuina atención, conocía a Inosuke desde hace años, sabía que no se acercaría él a menos de que fuese algo verdaderamente importante.

- Si...

- Yo sabía... dime y te ayudaré en lo que pueda.

- Me enteré de que tengo una hija – confesó mucho más tranquilo de lo que hubiese podido imaginar. La llegada de Kyoko a su vida se sentía como una agradable lluvia ligera durante un día caluroso, en vez del tornado que sintió al enterarse de su existencia.

- ¿Que?

- Tiene 6 años, nació cuando yo seguía en la preparatoria.

- Vaya... – dejo caer todo su peso en el respaldo de la silla.

- Su mamá me lo dijo hace poco...

- Así que, por eso andabas tan raro – murmuró para sí mismo.

- Supongo...

- ¿Te demandaron por pensión de alimentos? Porque cuando te certificaste subí tu sueldo, no creo que pue-

- No es eso, solo quiero cambiar mi horario.

- Peleaste mucho para conseguir el horario de tarde – levanto una ceja, extrañado.

- Si, lo sé... - suspiró recordando lo feliz que fue cuando consiguió un horario fijo - Pero quiero el de mañana ahora ¡Con fines de semana libres! – más que una petición, era una exigencia.

- Entiendo, quizás no sea de lunes a viernes, pero no creo que haya problemas.

- Quiero verla en las tardes – confesó con un pequeño sonrojo.

- ¿Y no tiene problemas con su mamá? Ósea, la estas conociendo recién ahora... - preguntó inclinando su cabeza levemente.

- Estoy con ella – infló el pecho de manera involuntaria – Es la chica del restaurante.

- Vaaaya... - pequeñas piezas comenzaban a unirse en su cabeza.

- Sip.

- Hablaré con los demás para acomodar tu horario, te avisaré cuando comiences con el nuevo turno.

- Y necesito un día libre – recordó un segundo antes de ponerse de pie.

- ¿Tu? ¿Un día libre? – sabía que a pesar de su personalidad extravertida y salvaje, Inosuke era un hombre solitario con una rutina monótona.

- Tiene un festival deportivo o algo así... - levantó sus hombros. Por lo que le conto Aoi, aún faltaba para el evento, pero prefería tener todo listo con antelación o lo olvidaría.

- Si que estas comprometido – dijo sorprendido, medio en broma.

- ¡Cállate!

- Te ves feliz... – le sonrió y se puso de pie para pararse a su lado y palmar amistosamente su hombro.

Simple y complicado || InoAoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora