22.- Su verdad

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Hace 7 años... luego de la despedida.

Aoi salió de la casa de Inosuke con una mezcla de sentimientos contradictorios que la hacían querer llorar y sonreír. Quizás lo hizo, las dos al mismo tiempo.

En unos pocos días sería su graduación, y entraría a la universidad en otra ciudad, obviamente visitaría a sus padres de vez en cuando, pero... probablemente no lo volvería a ver.

¿Sexo de despedida?

Definitivamente esa fue la última vez para ellos.

Se mudó a una residencia de estudiantes en la ciudad de Nagoya, muy cerca de la universidad. Era una pequeña habitación donde solo cabía su cama individual y una cómoda donde dejar su ropa, nada más, el baño y la cocina eran compartidos por lo que el alquiler era muy barato. No era para nada lujoso o cómodo, pero sí lo suficiente, lo mínimo para enfocarse completamente en sus estudios.

Encontró un empleo de medio tiempo en un konbini, no era un trabajo para nada glamoroso, pero le daba lo suficiente como ocuparse de sus propios gastos y así no sentirse como una completa inútil con sus padres, que tanto la habían apoyado.

Ella recompensó su ayuda estudiando más duro de lo que lo había hecho en su vida, tanto, que los primeros meses tenía tanto estrés que vomitaba con frecuencia y el cansancio a veces era insoportable.

Pretendía sacar sobresaliente en todo, pero la universidad era tan terrible como le habían advertido. De todas formas, consiguió pasar todos sus exámenes con muy buen rendimiento en su primer semestre. Estaba orgullosa de sí misma, como nunca, y así habían pasado los meses.

Terminando su primer semestre notó que subía de peso, por más que controlara lo que comía estaba hinchada y esa hinchazón nunca disminuía, se sentía un tanto extraña por lo que prefirió agendar una cita médica para hacerse su chequeo anual con un ginecólogo. Siempre tuvo problemas hormonales, que su periodo se ausentara por meses no era una alarma, jamás pensó siquiera en la posibilidad... o quizás sí lo hizo, pero rápidamente pensaba en otra cosa, el recuerdo de Inosuke seguía siendo doloroso.

- Bueno... esto es inesperado – el médico acomodó sus lentes mientras analizaba el resultado de sus exámenes hormonales.

- ¿Qué sucede? ¿Estoy enferma?

- Sus niveles hormonales están en orden, todo está bien... - hizo una pausa exageradamente larga que comenzaba a impacientarla.

- ¿Entonces qué podr...? – él la miró con una expresión tan extraña que quedó a la mitad. Volvió a tomar todos los papeles del escritorio y comenzó uno por uno a mirar cada resultado.

- Sus resultados son normales... para una mujer embarazada - el tiempo se detuvo y todas las alertas que ella acallaba con un "imposible" saltaron en su cara. No había tenido sexo desde que antes de su graduación, no tenía tiempo para eso con los estudios y el trabajo, no había estado con nadie desde... Inosuke.

- ... ¿Qué? – preguntó luego de un largo rato de silencio donde el médico volvió a revisar los análisis sanguíneos.

- ... - esa expresión volvió a su rostro, como una sonrisa entristecida.

- Usamos protección, me encargue de eso – ella sacudió su cabeza repetidas veces con un "imposible" - no fueron tantas veces...

- Solo hace falta una vez...

- ... - notó como pequeñas lágrimas caían por sus mejillas, el médico le tendió un pañuelo.

- ¿Qué método utilizó?

Simple y complicado || InoAoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora