Cap 15: Negación

180 12 4
                                    

Los avances en su investigación dieron fruto y tal como dijo ella, se encontraba más cerca de lo que nunca jamás hubiera imaginado.

Su punto base de búsqueda fue Zafrán. Aunque le había costado días reunir valiosa información sobre él.

Su nuevo nombre, Chris Crawford. Modelo ocasional de muchas, variadas y contadas revistas; Aparecido de la nada y llegando a la cima en menos de lo que canta un gallo. Bastante conocido en el mundo de la moda, la pasarela y por sorprendente que le parezca también en la pantalla chica. Era altamente cotizado pero raras veces aceptaba trabajos. No solo porque era difícil ubicarlo ya que no contaba con un agente. Pero cuando lo hacía, todos quedaban satisfechos y con ganas de seguir trabajando con él.

Sobre su pasado no había registro alguno, todo estaba tan celosamente guardado que Kay hizo maravillas y gastó montones de dinero solo para averiguar que era el protegido del único y gran magnate Haddadrimon. Algunas revistas clichés hablaban sobre su relación con el magnate, pero nadie sabia a profundidad que tan ciertas y profundas eran esas relaciones.

Kay conocía a ese magnate de hace mucho tiempo atrás por ser el padre de uno de sus mejores amigos, Harry. El cual murió en un accidente aéreo en las vistas de su mismo abuelo junto a su esposa y su pequeño hijo. Un atentado del cual nunca hallaron al responsable.

El dolor de la perdida de uno de sus mejores amigos y confidente le golpeó duro y por ese mismo dolor se alejó de esa familia, por no decir del ultimo sobreviviente de ella. No le gustaba recordar momentos de dolor y prefirió echar tierra de por medio y alejarse de ahí para siempre. Ahora le pesaba haber tomado esa decisión.

Producto de esa desgracia Haddadrimon no tenía familia biológica viva. Pero adoptó como su nieta a una hermosa joven de la cual tampoco había registro alguno. Apareció de la nada al igual que Zafrán y se convirtió en el centro del universo para ese pobre viejo en sus últimos años de vida, devolviéndole el brillo de vida a su cansada mirada.

Los datos del pasado de Melina eran escasos, por no decir nulos, algunos que otros chismes, pero nada con bases ni fundamentos. De ella sólo se sabía que era una soltera altamente codiciada por muchos, pero altamente relacionada con el nuevo protegido del magnate, el joven y también soltero Chris.

Las columnas de chismes eran una verdadera tortura para Kay, que miraba cada foto y cada rumor con total envidia y celos a flor de piel. Se los veía en varias fotografías juntos, tomados de la mano, abrazados, jugando.

—... Se los ve muy felices... —fue el amargo comentario de Sebastián que ayudaba a su señor en la tortuosa búsqueda de ella ganándose una mirada de odio tanto de Kay como de Áscar.

Él tampoco se podía creer que aquella jovencita siguiera con vida y tan cambiada, tanto que casi era irreconocible, y no solo ella, también él.

Mirando de reojo a la sombra de Kay, pudo ver con pesar como la sombra de odio y desprecio crecía en el pobre ninja cada que posaba sus ojos en lo que alguna vez fuera su otra mitad.

—Se los ve bastante cercanos señor —volvió a repetir Sebastián.

—...

—Usted cree que ellos...

—NO —fue la tajante respuesta de Kay.

Sebastián no dijo nada y miro con pena el rostro contraído de pesar y rabia en su señor. Sabía que no había mas culpables que ellos mismos. Tanto Áscar como Kay se habían negado a escuchar la verdad, y ahora su señor estaba envuelto en negación.

Demasiado para su gusto.

Kay estaba hecho una furia de desconcierto e incertidumbre. Y lo peor de todo el asunto era que Melina no le había confirmado, ni tampoco había negado la relación que tenía con Zafrán. ¿Era solo una deuda de honor por el hecho de salvarle la vida?

El despertar del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora