MOM! || MEIRIAM

•two

Lunes. Toronto - Canadá.

6:30am de un Lunes, el despertador de Mei sonó por unos segundos hasta que ella lo apagó, comenzó a moverse en su cama de un lado a otro, tallándose los ojos sin querer despertarse, aún sintiéndose adormilada y cansada. Sus ojos dolían por la luz solar que entraba desde la ventana directo a ella y comenzó a sentir el frio de la mañana, queriendo por eso solo quedarse en cama.

— Mei-mei ¡El desayuno esta listo! —La llamada de su mamá la hizo abrir sus ojos segundos de inmediato.

— ¡Voy! — Respondió con la voz ronca aún.

Se levantó tambaleándose por el sueño, usando sus pantuflas y dirigirse al baño para lavarse la cara, bañarse y arreglarse, le había dicho a Miriam que ayudarla solo era cambiar su ruta pero le había dicho una pequeña mentira, había puesto su despertador 30 minutos antes de lo normal y le había dicho a su mamá que también la despertara 30 minutos antes.

Su mamá le había preguntado la razón del cambio ¿Por qué de repente quería levantarse antes? pero había logrado salvarse y no tener que responder y es que ella tampoco lo sabía, ella podía levantarse como normalmente lo hacia y no afectaría nada pasar por Mir pero estaba un poco emocionada y quizá sentía una pequeña necesidad oculta por arreglarse un poco mas, de la cual no se daba cuenta.

¿Estaba sacrificando 30 minutos de sueño? Si y era importante, pero vamos, lo haría por cualquiera de sus amigas.

Mei hizo todo lo que normalmente hacía, se cepillo, se ducho, se vistió, se miro atentamente al espejo mientras ponía los últimos accesorios en su cabello, esta vez sentía que algo faltaba, todo estaba bien pero quería algo más. Si quizá pudiera maquillarse... si, eso era. Ya tenía 14 años ¿No era tiempo? Lo iba a hacer de igual forma, aunque no demasiado.

Fue corriendo al cuarto de su mamá, ella sabía exactamente donde ella guardaba su maquillaje pero no sabía como se usaba nada de los cosas que estaban ahí y le daba miedo usarlo mal y luego verse mal, ella no sabía nada acerca de eso, pensó un poco y removió la caja buscando algo para usar, hasta que encontró un labial rosa.

Eso era exactamente lo que necesitaba, no era nada complicado y la haría verse un poco mas linda, en el fondo, en la parte inconsciente de Mei, ella aún no comprendía el repentino interés por querer lucir mejor, tampoco sus nervios o como su corazón latía aceleradamente. La adolescencia quizá. Solo era un poco de labial, nada fuerte, no quería que se notara tanto pero si que hubiera una diferencia, estaba satisfecha con solo un poco del producto esparcido con sus dedos por sus labios.

— Mei-mei, el desayuno se enfría. — Su mamá grito desde la cocina.

Y una ola de vergüenza la inundo ¿Qué diría su mamá al verla así? ¿No le molestaría? Sabía que ella aún la veía como una niña y se sentía nerviosa por su reacción, sobre todo por las preguntas que podría hacer, se vio una vez más, le gustaba pero guardaría el pintalabios en su mochila para retocarlo un poco después y que su mamá no se de cuenta, otro secreto para ella misma.

"Actúa natural Mei." — Se dijo a si misma y fue a la cocina, mientras mas rápido mejor.

— Hola ma, hola pa, buenos días.

Río nerviosamente mientras se sentaba en la silla mirando fijamente su plato sin levantar la mirada en ningún momento, comenzando a comer rápido. Ming la miró extrañada ¿Por que su tierna niña estaba actuando de esa forma? Miro a su esposo y el solo levanto los hombros sin saber que decirle.

— ¿Mei? — A diferencia de lo común, Mei no levanto la mirada para responder, solo solo un sonido, aún concentrada en su plato. — ¿Por qué me pediste que te levantará tan temprano?

— Ah es solo porque pasare por Mir y...

¡No! Mei cerro sus ojos con fuerza, reclamándose internamente por habérselo dicho ¡Que tonta! No debió decir eso, no es que no confiara en su mamá es solo que ella aún no quería por completo a Miriam y cuando la mencionaba las cosas se ponían un poco tensas, seguía sin saber porque le caía tan mal, ella era muy buena amiga.

— ¿Pasarás por Miriam?

— Mmmm ¡No! Entendiste mal. — Soltó una risa nerviosa. — Decía que pasare por la casa de Mir, solo porque la ruta de siempre se esta volviendo algo peligrosa, ya sabes, vándalos juveniles.

Ming solo soltó un sonido de duda y asintió, pero claro que las cosas no acababan ahí.

— Miriam es linda supongo pero podría ser un obstáculo tu camino, amor.

— Es mi amiga mamá.

— Lo sé, lo sé. — Se defendió Ming de inmediato. — Solo digo que deberías pensar bien en quien gastas tanto tiempo.

Por eso a Mei no le gustaba mencionar tanto a Miriam, suspiro intentando contener al panda y olvidar todo, luego se sentía tan irritada por esos comentarios, le hubiera gustado que esto fuera algunas de las cosas que hubiera cambiado pero no lo hizo y le molestaba tanto que a su mamá le cayera mal su mejor amiga, la hacia sentir en una especie de rivalidad.

— Bien. — Se levantó de la mesa Mei, con una sonrisa falsa. — Tengo que irme, se me hace tarde, adiós, los quiero.

Mei tomo sus cosas rápidamente, su mochila, su estuche e intento salir casi corriendo, hubiera sido una salida exitosa si no fuera que se volteó para despedirse con la mano.

— Mei-mei ¿Qué llevas puesto en los labios?

— ¿Q-qué? — Mei rápidamente paso su manga por su boca nerviosa. — ¿Yo? Nada.

— ¿Segura? Yo creo qué...

— Nada mami, se me hace tarde, me voy adiós.

Mei salió corriendo lo más rápido posible sintiéndose aliviada, ojala su mamá se le olvidara luego, pero por mientras había ganado.

T_T estoy algo nerviosa por este capítulo, no quiero decir mucho pero puede que el tema del labial sea mas importante de lo que parece.

Además ya saben sobre la opinión y la reacción de Ming acerca de Miriam en la historia, duro pero importante.

Si crecieron con padres sobreprotectores como Mei -y como yo- probablemente el maquillaje para ustedes haya sido algo así también u.u suerte para ustedes.
◜‿◝ gracias por recibir bien la historia, espero que les siga gustando.