Meilin piensa que tiene una buena vida pero todo se vuelve extraño cuando comienza a sentirse rara alrededor de su mejor amiga.
Pero las cosas se podrían peor poco a poco gracias a su mamá.
• Mei x Miriam.
• Shipp lésbico.
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Domingo. Toronto - Canadá.
Después de ese día tan pesado, Miriam tuvo un mal sabor de boca todo el fin de semana, ya el día siguiente era lunes pero no recordaba haberla pasado bien desde el partido de Tyler.
Se sentía avergonzada de todo lo que estaba sintiendo, a veces se le pasaba por la mente la idea de abandonar todo lo que sentía por Mei, dejar de lado esos sentimientos tontos pero no podía, la veía y sabía que no era posible.
Como pensó, la invitación a comer pizza no se hizo esperar, hubiera sido su oportunidad para que Mei se separé de ese chico pero claro que no había sido así. Lee los había rechazado olímpicamente diciéndoles que se adelantaran porque tenía que ayudarle con algo a ese tal Logan.
Tan solo de recordarlo Miriam rodaba los ojos, no había ni siquiera que preguntar como se sintió, era obvio, desanimada, sola y triste, tanto que desistió de la invitación ¿Qué le estaba haciendo Mei para que incluso rechazara pizza?
Sin embargo, no todo era malo, en ese camino tan deprimente había estado teniendo varios pensamientos y cuando llego a casa los escribió, intentando expresarse como mejor sabía y ahora tenía una carta en sus manos, una carta de amor, para su mejor amiga.
Estaba ansiosa, se estaba dejando guiar por impulsos y eso no salía bien nunca, se levantó de su cama, se puso los zapatos y salió del cuarto escondiendo la carta en su camisa, ventajas de usar ropa grande.
La carta tenía todos sus sentimientos, todo lo que ella le hacía sentir y lo especial que era en su vida, era un poco larga, incluso sus papás le habían preguntado que tanto escribía.
— Ma, ¿Me dejas salir un momento? Por favor, te prometo que volveré en unos minutos. — Preguntó Miriam algo nerviosa.
La carta también contenía lo nerviosa que había estado mientras la escribía y las ganas que tenía que ellas fueran algo más que amigas y eso era lo mas importante.
— ¿A esta hora? - Respondió la señora viendo su reloj. — Es muy tarde hija, no creo que sea buena idea.
Primero la había escrito en una hoja cualquiera solo para que no se le olvide todo lo que tenía para expresar, pero ahora que la había pasado a limpio y tenía corazones por todos lados y su mejor letra, ya era real, quería que fuera algo lindo porque ella merecía cosas así, quería que tuviera todo su esfuerzo y aunque estaba asustada, Tyler tenía razón y si no hacía algo, alguien mas lo haría.
—Por favor mamá. — Intentaba pensar en algo que sonara creíble.— Volveré antes de que te des cuenta, solo iré a comprar, aquí cerca.
Mintió, no tenía muchas esperanzas de que fuera reciproco pero quería hacerlo ¿Qué era lo peor que podía pasar? ¿Qué Mei se sienta incomoda, no le corresponda y que luego se vayan alejando y pierda a su mejor amiga? Esos pensamientos la aterraban.
