Diez semanas después.
Meilin Lee jamás podría explicarse cómo las cosas habían cambiado tanto en casi tres meses.
A veces se sentía como si hubieran pasado años desde que toda su vida cambio -nuevamente-, desde que había descubierto nuevos sentimientos, nuevas facetas de personas a su alrededor, nuevas facetas suyas, desde qué las cosas con su madre habían vuelto a estar mal y a estar bien de nuevo, desde que ya no vivía en su casa con sus padres.
Todo parecía haber durado años enteros.Pero, a veces, también se sentía como solo unos días, como si hubiera pasado solo ayer.
Entonces, se abrumaba, pero fuera de esos momentos, estaba mejorando, eso intentaba todos los días, día a día. Sin estacarse, viviendo y creciendo todos los días, cada día.
- ¡Pediste la peor combinación Tyler!
Ahí estaba ahora, disfrutando de Abby gritando horrorizada por la combinación de menta y chocolate de Tyler.
- Yo digo que es delicioso -defendió Miriam a su lado.
Las hojas caían mientras caminaban gracias al otoño que casi llegaba a su fin, se reía de las tonterías de sus cuatro amigos mientras comían helado, aunque estuvieran con varias capas de ropa encima para evitar congelarse.
- ¿Me invitas Mei? -Tyler, sin dejarla responder, solo robo una cucharada grande haciéndola rodar los ojos con una sonrisa.
Disfrutaba cada minuto de su vida, guardándolos en su memoria.
Sus amigos, Tyler, Priya, Abby y claro, Miriam habían sido su mayor apoyo durante todo ese tiempo, las personas más importantes en todo su proceso, visitándola constantemente, escuchándola, hablando, distrayéndola, consolándola.
No sabía qué había hecho para merecerlos, pero no podía pedir nada más.- ¿Soy la única que piensa que todos tendremos 39 grados de fiebre mañana? -intervino Priya.
- Habrá valido la pena -respondió Abby haciendo reír a todos.
La visita de ese día los había llevado al parque y a comer helado, si su mamá se enterará de eso... bueno, Abby tenía razón, valía la pena.
Toda la vibra del lugar, sus amigos siendo caóticos, ver a todos abrigados y el color naranja del ambiente era pacífico, la hacía pensar, llenarse de gratitud.
Gratitud hacia sus amigos, agradecía tenerlos con ella y que todo haya vuelto a la normalidad cuando les pidió disculpas, por apoyarla tanto.
- Ya no soporto los exámenes ¡Los odio! Ya quiero que se acabe la escuela -Mei no supo cuándo cambio la conversación, pero estuvo de acuerdo.
- Ya solo faltan algunas semanas, relájate -respondió.
- Claro, como tú sacas 100 en todo.
Ella ríe, era cierto y estaba agradecida por ello de igual forma.
Sus notas se mantenían estables, aún disfrutaba de la escuela y se esforzaba, aunque a veces era complicado dejar ciertos hábitos atrás, estaba feliz con su desempeño.
- ¿Qué te puedo decir?
- Presumida.
Había muchas cosas por las que agradecer, por vivir con su abuela, quien la recibió con amor, estar en su casa siempre le otorgó paz y estaba feliz de sentirse todos los días bienvenida.

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MOM! || MEIRIAM
RandomMeilin piensa que tiene una buena vida pero todo se vuelve extraño cuando comienza a sentirse rara alrededor de su mejor amiga. Pero las cosas se podrían peor poco a poco gracias a su mamá. • Mei x Miriam. • Shipp lésbico.