MOM! || MEIRIAM

•twelve

Domingo, Toronto - Canadá.

Mei no iba a mentirse a si misma, había estado sintiéndose triste y culpable desde ese lunes, el hecho de no haber leído esa carta la hacía sentir triste y desanimada, no quería que Miriam pensara que no había sido importante, claro que lo era, estaba tan emocionada por leerla pero no había pasado y aún sentía un incomodo dolor en su corazón cada que lo recordaba.

Justo cuando iba a leerla su mamá la llamó, quería preparar algo importante en el templo y necesitaba su ayuda, ella aceptó y guardo la carta en su mochila, pensó que nadie la vería ahí y cuando regreso estaba tan cansada que se quedó dormida de inmediato.

Al día siguiente lo primero que hizo al levantarse fue buscarla, pero grande fue su sorpresa cuando no estaba por ningún lugar y luego, todo fue un caos, al parecer durante la noche su mamá había entrado a su cuarto y había encontrado la carta, la tomó, probablemente la leyó y la tiro.

Cuando de enteró se enojó muchísimo, pero no queria que su mamá notara lo mucho que le importaba así qué su panda estuvo fuera de control en su cuarto, seguramente su mamá la había escuchado pero no le interesaba,  luego cuando pudo controlar su enojo, solo quedo tristeza, lloro un poco y ni queria ir a estudiar pero igual fue y tuvo que enfrentarse.

Después de cinco días, en domingo en la mañana aún se sentía así, a pesar de que Miriam había actuado "normal" con ella, su mente la llevaba a pensar que quizá estuviera algo enojada con ella o peor aún, decepcionada.

Quizá había una razón mas profunda para querer enorgullecerla, quizá porque si la veía de otra forma, no como amigas, aún tenía dudas pero tal vez esa era la razón por la que la estaba dibujando, no era como cuando dibujo a Devon, ahora se sentía segura y no le daba miedo.

Sonreía mientras lo hacía, había mejorado mucho, incluso quizá podría darselo después, claro que antes tendría que borrar los corazones alrededor y otras cosas.

El dibujo era lindo, Miriam y ella mirando un bello atardecer, sentadas en una banca de un parque de diversiones, pasando su momento, un escenario tan hermoso.

Ese parque de diversiones había estado en su mente hace unas semanas, lo había descubierto regresando de la escuela, era lindo pero no había porque le parecía aburrido ir sola, tampoco le había contado a su mamá.

— Mmm ¿Tengo algo qué hacer hoy? — Se levantó a mirar su calendario en su pared, dandose cuenta de que tenía el día libre. — ¡Nada!

Se emociono y las ideas en su mente comenzaron a tomar forma, arranco el dibujo de su cuaderno y lo guardo en su bolsillo, saliendo rápidamente de su cuarto.

¡Tenía que ir con Miriam! Sería perfecto, las dos solas y juntas en ese lugar, se la pasarían tan bien y estaba tan feliz de pasar tiempo con ella, además, quizá sería su forma de recompensarle todo.

— Mamá ¿Puedo salir? Saldre con unas amigas, por favor. — Rogó viéndola a los ojos, intentando conseguir el permiso.

También se sentía un poco incomoda con su mamá, no podía perdonarle del todo lo que había hecho, sobre todo porque ni siquiera había pedido perdón.

— ¿Con que amigas Mei-Mei?

— Mmm... con Miriam mamá.

— No lo creo Mei-Mei, mejor sales otro día.

— Mamá por favor. — Reprochó. — Volveré temprano solo quiero salir por favor, por favor, por favor.

— No Mei-mei, es mi última palabra. — Declaro su mamá pero ella no podía quedarse ahí. — Pero tengo otra idea.

— ¿Eh? ¿Cual? — Bufó Mei, quería irse.

— Hoy haré una cena y quería decirte que si por favor podrías invitar a Miriam.

— ¿Qu-qué? — Mei volteó confundida con el ceño fruncido ¿Invitarla? ¿A su casa? ¿A cenar con ellos?

— Mei-Mei de verdad lamento la forma en la que trate a Miriam la otra vez, también el hecho de haber botado lo que te dio, merece unas disculpas y me gustarían que fueran cara a cara ¿Podrías invitarla?

El corazón de Mei se lleno de gozo al escuchar esas palabras por parte de su mamá, a pesar de que dudo un poco, se sintió feliz por eso, su mamá se veía arrepentida y que le pida disculpas a Miriam y cara a cara, eso la hacía muy feliz, su mejor amiga también se merecía esas disculpas.

¿Sería una buena idea verdad?

— Claro que si ma ¡Es genial! Le diré, iré a su casa y la invitaré ¿Bien? No demorare mas de 20 minutos.

— Gracias Mei, de verdad haré mi mayor esfuerzo para que las cosas entre tu amiga y yo estén bien, no quiero arruinar nuestra relación hija, quiero que seamos amigas.

Ella sonrió una vez mas. — Bien, espérame.

Mei salió feliz de su casa, quizá el plan de salir con Miriam al centro comercial tendría que esperar pero ella de verdad quería que las cosas entre su madre y Miriam se den bien, eran personas importantes para ellas.

Quizá tenia un pequeño mal presentimiento acerca de ello pero estaba siendo paranoica, las cosas saldrían perfecto desde ahora.

╥╥ Gente perdón por la tardanza, pero quería subir dos capítulos juntos y no terminaba el otro, pero ahora sí, así que subire otro en unas horitas.

Y bueno, ahora las cosas en la historia serán un poquito mas rapidas, espero que les guste lo que se viene c: sera interesante.