•eighteen

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La noche siguió, algo más tensa

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La noche siguió, algo más tensa.

Mei le ofreció su baño a Miriam para que pudiera desvestirse y ponerse su pijama, fue algo molesta por todo lo que esa señora hacia y como actuaba, ni ella era tan inmadura.

Pero eso no era lo mas desagradable, le causaba repulsión el nivel de manipulación que Ming tenía sobre Mei. Ella no era tonta, la observaba y cada que ella hacía algo en su contra, veía a Mei, se echaba la culpa y se sentía mal, ni siquiera le interesaba como hacía sentir a su hija, solo se aprovechaba de su confianza.

Miriam sabía que una parte de ella tenía la culpa, Mei estaba viviendo una mentira creada por su mamá, donde ella no rompía ni un plato y lo sabía muy bien, se aprovechaba de ello pero ella la estaba apoyando, sabía que debía decirle acerca de la amenaza que había recibido pero tenía miedo, no quería dañarla pero lo estaba haciendo indirectamente.

Suspiro vistiéndose rápidamente, colgando la ropa en donde Mei le había indicado deseando que al menos su gorro estuviera seco para mañana.

Mamá... debes tener mas cuidado. — Reprochó Mei limpiando el agua y los vidrios del piso de su habitación.

Lo siento hija, fue un accidente.

Yo se ma. — Suspiró sin saber que mas decir.

Mei-mei ¿No esta muy tarde ya? ¿No vendrán a recogerla sus padres?

Miriam, quién estaba a punto de salir pudo escuchar eso y se detuvo confundida ¿Mei no le había dicho que se quedaría a dormir?

Mmh mamá... se me olvidó decirte pero se quedará a dormir.

Su mamá trago grueso, intentando no exhaltarse por ello y aunque Miriam no podía verla sabía que seguro se enojó y sintió satisfacción por ello.

¿A dormir? ¿Por qué no dijiste eso antes? Voy a preparar el colchón extra para que duerma ahí.

No mamá. — Contestó Mei algo nerviosa pero decidida. — Ella dormira conmigo, no te preocupes.

Pero Mei...

Por favor mamá, no me molesta, no es necesario. — Interrumpió Mei, se podía notar algo de molestía en su voz así que Ming decidió aceptar e irse.

Miriam -aún en el baño- se jactó de ello, sintindose victoriosa, además iba a dormir con Mei, eso era lindo pero le daba nervios, así que decidió quedarse unos minutos más encerrada.

En su cuarto Mei se tiró a su cama, suspirando sintiendo que su ánimo había bajado a cero, ya no sentía la energía de antes, solo quería dormir pero estaba esperando a Miriam queriendo disculparse con ella por la situación, sientiendo que era su culpa. Ella no entendía, no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, confiaba tanto en su mamá, quería hacerlo. No quería creer que eran sus errores. No podía entender porque cada vez que Miriam y su madre se encontraban pasaba algo malo y no encontrar razón la ahogaba.

MOM! || MEIRIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora