•seventeen

878 94 37
                                    

Domingo, Toronto - Canadá

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Domingo, Toronto - Canadá.

¿Y cenaste? — Preguntó Mei ayudando a su mejor amiga a pasar por la ventana de su habitación.

Tal y como había dicho, Miriam había venido a una pijamada en su casa y había decidido entrar por la ventana, solo pensaba que mientras menos tiempo viera a la señora Ming, mejor. Solo estudiarán un poco, hablarían y luego dormirían, nada más, tenían que dormir temprano para levantarse para su examen, ese era el plan.

Si, con mis padres.

Mei comenzó una conversación banal mientras las dos sacaban sus cuadernos y libros.
No podía explicarse porque estaba tan nerviosa, si por el examen o por la presencia de Miriam, seguía sintiéndose así y solo le hacía comerse la cabeza.

¿Sabes cuales son los temas que tenemos que estudiar?

¿Te digo la verdad? No tengo ni idea. — Contesto Miriam sinceramente, Mei soltó una risita.

Los tengo anotados aquí pero son muchos.

La de ojos verdes se poso a su lado, intentando ver el cuaderno lográndolo fácilmente por la diferencia de altura que había entre ellas.

Es demasiado, moriremos. — Dramatizo tirándose a la cama de la pelirroja quién no pudo evitar reír.

Si podemos, solo tenemos que concentrarnos, no me pongas mas nerviosa.

La de verde se levantó riendo, la verdad es que agradecía estudiar con Mei, las matemáticas y ella nunca se habían llevado bien y mientras más crecía mas difícil se le hacían.

Bien pero vas a tener que tenerme paciencia, estos temas... — Señaló con su dedo el cuaderno. — No se me dan tan bien.

Las dos nos ayudaremos. — Sonrió Mei. — No es tan difícil pero tenemos que estar preparadas para mañana.

Si tu lo dices...

Ven, siéntate aquí.

Miriam se acercó haciendo lo que le pedía, sintiéndose enternecida por el orden de las cosas y todos los colores y plumones que habían, vio como Mei sacaba su libro de su mochila y otro libro de su estante, bastante grandes lo que la hizo lamentarse por dentro.

Siempre nos distraemos hablando, si me siento aquí contigo no estudiaremos nada. — Miriam no pudo objetar nada, era cierto. — Tu estarás aquí y yo en la cama, si no entiendes algo puedes pedirme ayuda, yo también lo haré y luego podremos preguntarnos cosas para ver cuanto estamos aprendiendo.

Miriam no pudo evitar sonreír, amando la personalidad de la mas bajita, ordenada y organizada, manteniendo todo bajo control y pensando en todo. — Bien pero no creo ser de mucha ayuda.

MOM! || MEIRIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora