Meilin piensa que tiene una buena vida pero todo se vuelve extraño cuando comienza a sentirse rara alrededor de su mejor amiga.
Pero las cosas se podrían peor poco a poco gracias a su mamá.
• Mei x Miriam.
• Shipp lésbico.
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Normalmente la escuela no era el lugar favorito de ninguna de las chicas del grupo de Mei, les aburría tener que escuchar las clases y a los profesores -excepto a Mei- pero hoy, hoy iba a ser diferente, mas divertido.
— ¿Qué hacemos aquí? — Preguntó Mei algo confundida, sin recordar que tenían que hacer.
Las cuatro chicas habían salido al patio de su escuela, exactamente a la cancha de deportes comenzando a caminar por las gradas, sentándose en unos de ellas y dejando sus cosas cerca.
— Tyler tiene partido de básquetbol. — Explicó Priya.
Mei soltó un: "Ahhh", esa era la razón, los partidos de Tyler siempre eran divertidos, se reían, avergonzaban a Tyler y ganen o pierdan, al final siempre se reunían todos, ya sea para darle ánimos o para celebrar y si ganaban entonces el papá de Tyler les invitaba pizza, así que era ganar-ganar.
— Dijo que era un partido importante y que quería el apoyo de sus amigas. — Volvió a decir Priya, Miriam arqueó una ceja sin creerlo.— Bueno, no lo dijo así, ya sabes, se hace el duro.
— Pensé que ya no quería que viniéramos a ninguno de sus partidos. — Eso es lo que Tyler les había dicho la ultima vez.
— ¿Pero por qué? ¿Qué hicimos?
— Creo que traer un dibujo mal hecho de su cara en una pancarta gigante no fue la mejor idea.
Las chicas rieron por ese recuerdo, era verdad, el chico casi las asesina ese día pero valió la pena porque fue muy gracioso, aunque solo para ellas, el partido dio inicio y comenzaron a animarlo, solo esperaban que sucediera lo mejor.
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Mei y sus amigas gritaban apoyando a Tyler, estaban muy emocionadas por ello, como si fueran ellas las que jugaban, el se veía muy cansado y agitado por el deporte pero aún así se esforzaba, de igual forma el chico agradeció cuando hubo tiempo libre.
Comenzaron a conversar mientras el partido se reiniciaba pero Miriam pudo sentir unas miradas, no en ella, sino en su mejor amiga, volteó y vio a unos chicos, miraban a Mei, murmuraban y reían, se empujaban y molestaban.
