Meilin piensa que tiene una buena vida pero todo se vuelve extraño cuando comienza a sentirse rara alrededor de su mejor amiga.
Pero las cosas se podrían peor poco a poco gracias a su mamá.
• Mei x Miriam.
• Shipp lésbico.
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Miriam tenía un muy mal presentimiento acerca de todo eso.
¿Qué la señora Ming la invitará a cenar? ¿En su casa? ¿Para disculparse? ¿Después de leer su carta donde le confesaba el amor a su hija? ¿Era normal que actuara bien de repente? Hasta pensaba que la odiaría más.
— Tranquila Mir. — Pidió Mei después de verla pensativa. — Se que tu y mi mamá no comenzaron bien pero creo que ella realmente esta arrepentida.
— Mei la verdad no se si esto sea buena idea. — Confesó tocando su gorro algo incomoda.
Claramente se había negado a ir, había puesto mil excusas pero no funcionó, no le podía decir que no y ya estaban en la puerta y no podía evitar pensar en lo catastrófico que sería.
— Confía en mi, de verdad quiero que tu y mamá se lleven bien.
La de verde suspiró asintiendo, confiaba en Mei y sabía que la quería pero ¿Podían culparla por dudar?
Al entrar pudo observar a la señora Lee poniendo la mesa, al parecer ella había cocinado y eso era bueno, su comida era buena, le encantaba. Saludo después de Mei y se acercaron a ella.
— Que bueno que llegaron, estaba esperándolas, la comida ya esta servida.
— ¿Y papá? ¿No comerá con nosotros? — Preguntó Mei al ver que sólo habían tres platos en la mesa.
— Hoy no, esta ocupado en algunas cosas, solo seremos nosotras tres.
Miriam tragó grueso, la señora Ming tenía una sonrisa que no le daba una buena señal.
Aunque todo era bastante normal se le dificultaba disfrutar la comida, la ansiedad la estaba matando, todo siguió bien por varios minutos, de vez en cuando volteaba a ver a sus acompañantes y solo comían sin ningún problema, Mei a veces le regalaba sonrisas que era bastante reconfortantes, quizá solo estaba siento paranoica.
— Miriam, ya sabrás por qué le pedí que Mei te invitara ¿Verdad?
La pregunta había hecho que todas en la mesa dejaran de comer, el cuerpo de Mirian se tensó y asintió despacio, Mei miraba atenta la escena.
La señora Lee se veía tan grande y tan intimidante, sin duda la asustaba.
— Bueno, quiero decir que de verdad estoy muy arrepentida, realmente lamentó todo lo que dije sobre ti antes y la forma en la que te trate.
¿Realmente se estaba disculpando? Parecía realmente sincera y eso alegró el corazón de Mei.
— También me disculpo por la situación de tu carta.
Miriam se sonrojo ante ese comentario, pero mantuvo su postura. — No se preocupe, no era nada importante.
— De igual forma me gustaria que aceptes mis disculpas, no volverá a suceder.
