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Miriam era una persona extrovertida, le gustaba pasar tiempo con sus amigos, conocer nuevas personas y también le gustaba pasar tiempo con Mei-Mei

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Miriam era una persona extrovertida, le gustaba pasar tiempo con sus amigos, conocer nuevas personas y también le gustaba pasar tiempo con Mei-Mei. Desde muy pequeña había sido muy activa, corriendo y saltando había roto muchas cosas pero la parte buena era que desde sus 10 años Miriam había podido encontrar un lugar, su lugar. 

En su cuarto por alguna extraña razón había una pequeña puerta en su propio techo, daba hacia afuera de su casa, al tejado, creía que era algún tipo de proyecto no terminado y luego lo habían tapado con pintura ¿Cómo lo descubrió? Solo digamos que casi se rompe la cabeza esa vez. Lo complicado era subir porque estaba en medio de la habitación y ella tenía que saltar varios de sus muebles hasta que llegar, bajar era mas fácil, solo se tiraba a su cama y ya.

¡Fue genial! — Miriam saltaba emocionada. — De verdad amo a tu panda.

Pero con el panda todo era mas fácil, era increíble, las ayudaba a llegar a lugares donde normalmente no podrían llegar, por ejemplo, ni siquiera habían tenido que entrar a su casa para subir esta vez.

Mei río convirtiéndose de nuevo en ella, comenzó a observar el sitio, se veía bastante limpio para ser simplemente el techo de la casa de Miriam, incluso habían algunas mantas y un pequeño radio.

Mir ¿Qué es esto? — Preguntó con curiosidad.

Te presento a mi cueva. — Dramatizó. — Bueno, no es una cueva porque esta al aire libre pero me entiendes.

Las dos se sentaron encima de una de las mantas y Miriam continuó explicando. — Es mi lugar, vengo aquí para estar sola pero nadie sabe que existe así que no le digas a nadie.

¿Debería sentirme especial por saberlo?

Exacto, puedes venir cuando quieras o avisarme y venimos. — Miriam le sonrió y Mei suspiró sintiéndose exactamente como había dicho, especial.

Que Miriam le compartiera algo importante para ella que nadie mas sabía era lindo, le gustaba la confianza que tenían y estaba feliz de ser alguien importante en su vida, incluso mas que antes porque esas semanas habían pasado mas tiempo juntas, solas.

Creo que Priya cree que no nos damos cuenta de que le gusta esa chica, mmm, no recuerdo su nombre, la de cabello morado. — Comentó Miriam tumbándose ahí mismo viendo el cielo.

Se de quién hablas. — Mei imitó la acción de su mejor amiga, acostándose a su lado. — Creo que ni siquiera Priya sabe que le gusta pero harían buena pareja, se ven lindas.

Tienes razón, Priya debe darse cuenta o jamás serán nada, creo que deberíamos ayudar.

¿Cómo hacemos eso? — Preguntó Mei interesada.

MOM! || MEIRIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora