Meilin piensa que tiene una buena vida pero todo se vuelve extraño cuando comienza a sentirse rara alrededor de su mejor amiga.
Pero las cosas se podrían peor poco a poco gracias a su mamá.
• Mei x Miriam.
• Shipp lésbico.
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Luego de algunas rondas de Monopoly con música de fondo combinadas con risas y gritos ya habían pasado varias horas en donde todas y cada una de las partidas del juego habían sido ganadas por Meilin dejando en banca rota a todos sus amigos sin piedad alguna. Ninguno quería aceptarlo pero todos se sentían bastante indignados por no haber podido vencerla ni una vez, golpeaba su ego, por el contrario, Mei solo podía soltar risitas sintiéndose mejor por haber ganado tantas veces seguidas.
Después de un rato de dejar que Mei presumiera, Abby propuso otra idea.
— Juguemos otra cosa, ya no me gusta que Mei me humille así.
— Podemos jugar verdad o reto. — Propuso Priya guardando y ordenando los billetes del juego.
— ¿No es muy cliché? — Pregunto el chico comiendo un puñado de las papas encima de la cama de Miriam.
— Pero nunca falla, además todos somos amigos.
Luego de eso, todos estuvieron de acuerdo. Priya tenía razón, todos eran amigos, sabían muchas cosas de los otros y nadie se juzgaría, además no había mucho que se ocultaran... o eso pensaban hasta que el juego comenzó.
— ¿En serio te gustaba Abby?
— ¡Pero fue antes! ¡Era tonto! — Había confesado Tyler luego de que Priya le preguntará si alguien del cuarto le había gustado.
No esperaba esa respuesta y él estaba sonrojado por la vergüenza así que solo pudo pensar que eso sería genial para molestarlo mas tarde.
Todos reían mientras comía snacks y se golpeaban con almohadas, respondiendo preguntas y confesando cosas vergonzosas y otras veces cumpliendo retos extraños. Todas las confesiones resultaban muy graciosas de escuchar pero no de decir, por ejemplo, Priya confesó que alguna vez leyó historias inadecuadas para su edad, nunca la habían visto sonrojada pero debieron tomar una foto o después cuando luego de la confesión de Tyler lo retaron a darle un pequeño beso a Abby, fue algo que merecía ser grabado, sobre todo sus caras de asco después.
A todos les dolía el estómago de tanto reír por ello. Los demás retos eran tontos, como comer cosas asquerosas o simplemente llamar a alguien para confesar algo vergonzoso.
— Bien, tu turno Priya.
— Ok Miriam, ¿Verdad o reto?
— Verdad. — Respondió segura ella, no escondía nada de sus amigos, siempre solía ser alguien muy abierta con sus pensamientos y con lo que hacía.
— Entonces cuéntanos Miriam, ¿Desde hace cuánto te gusta Mei?
Todos miraron atenta a la de verde para que respondiera, querían avergonzarla y que prácticamente se declare -de nuevo- hacia la peli-roja quién se había sonrojado pero río por ello.
