•eleven

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Lunes, Toronto - Canadá

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Lunes, Toronto - Canadá.

Miriam jamás se había levantado tan feliz y tan temprano, pero ese día era especial, se había sentido muy feliz al entregarle la carta y tendría su respuesta, seguramente Mei ya la había leído y ya lo había pensando, solo esperaba que fuera positivo.

La verdad no estaba completamente segura de lo que sentía Mei pero tenía la pequeña esperanza de ser correspondida ¿Qué mejor que su primera pareja fuera la chica que mas quería? De solo pensarlo era feliz.

Tranquila Miriam, es Mei. No pasara nada malo. — Intentaba darse ánimos y calmar sus nervios. — No pensamientos negativos.

Vio el reloj de su pared ¡Ya era hora! En cualquier momento su mejor amiga estaría ahí, sería buena idea hablar antes de llegar a la escuela, más privado.

Veía la puerta y sentía que el tiempo pasaba mas lento y cuando pasaron cinco minutos se sintió extrañada, ella siempre era puntual, se repetía que fuera paciente pero su mañana comenzaba a enfriarse, no podía dejar de ver el reloj hasta que se cumplió la media hora.

Decidido esperar unos minutos más como último intento pero sintió un hueco, ya eran cuarenta y cinco minutos tarde.

Bueno, parece que no vendrá.

Su corazón se hacía pequeño por eso. Comenzó a caminar hacia la parada de autobús con tristeza, intentaba decirse que todo estaría bien pero ya no se lo creía tanto.

 Comenzó a caminar hacia la parada de autobús con tristeza, intentaba decirse que todo estaría bien pero ya no se lo creía tanto

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Después de luchar internamente para entrar a la escuela, estaba en frente de sus amigas. Priya y Abby conversaban tranquilamente, ella veía a Mei, mientras que esta ni siquiera levantaba la mirada, tampoco hablaba, habían estado así unos minutos pero ya estaba cansada de la situación. Quería hablarle pero estaba tan nerviosa, lo que sea ahora ya no se sentía preparada para escucharlo, su confianza se había ido.

A ver Miriam ¡Tu puedes!

¡Mei! — La de gorro prácticamente grito su nombre, interrumpió la conversación y todos la miraron raro pero siguió. — ¿Podemos hablar? Mmm, a solas.

MOM! || MEIRIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora