Hyunjin había encendido el segundo cigarrillo del día y justo cuando iba a envolver la esquina con sus gruesos labios, Changbin se lo quito, lo dejó caer al suelo y lo pisoteó.
-Tienes toda la ciudad para fumar y se te ocurre hacerlo en mi casa.
El de tez blanca solo bufó y se recostó en el amplio sofá color crema. Le dieron el día libre en el trabajo y aprovecho para visitar a una de sus mejores amigos, aun que claro, Minho no tardaba en llegar
-¿Estas bien?- preguntó el bajito
Hyunjin le dio una mirada, Changbin le estaba extendiendo una taza de café.
-Si, eso creo- volvió a sentarse derecho y recibió la taza de Kumamon
-¿Y se puede saber que esperas para contarme?
El de tez blanca se sentó de manera correcta e inmediatamente Changbin se sentó a su lado.
-Volví a hablar con Tzuyu hace ya un tiempo y... estoy demasiado confundido.
-¿Quien te confunde?
-Jeongin- le dio un sorbo al líquido amargo y continuó- estoy atento y me la paso genial cuando estoy con él, y no soporto esta sensación de comodidad. No quiero tener sentimientos por el.
-¿Porque? -No quiero que me vuelvan a lastimar. Tú y Minho saben perfectamente todo lo qué pasé
Changbin asintió y echó su cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos.
-Idiota
-Hyung, te estoy hablando en serio.
- Y yo también- volvió a mirar al de tez blanca- ¿Porque echas a Jeongin al mismo costal que Tzuyu? Ella se revolcó con otro tipo y le importó una mierda tus sentimientos, aborto a tu hijo y ahora se da el lujo de impedirte amar a alguien más.¿Porque sigues pensando en ella? ¿Qué estas esperando para dar vuelta a la página? ¿porque no abres los ojos y vez al chico que tienes a tu lado? Tú mismo dices que él es maravilloso, además ama a tu bebé. No esperes a que sea demasiado tarde para notarlo.
Antes de que Hyunjin pudiera responder tocaron la puerta principal, sabía de sobras que Changbin no se iba a levantar para abrir así que el mismo fue. Un sonriente Minho entró, cargaba varías bolsas del supermercado y las dejó en la cocina, seguramente era un montón de comida y cervezas.
El de tez blanca entró también para ayudarle a guardar sus compras.
-Oh, Hyun, felicidades- dijo Minho con un amplía sonrisa
Hyunjin lo miro confundido, el más bajo noto que no había sido entendido del todo.
-Ya sabes...por tu hijita.
-¿mi hija?
Minho lo miro por unos minutos y luego metió la mano en el bolsillo de su pantalón, saco su celular y en cuanto encontró lo que estaba buscando, lo volteó.
El corazón de Hyunjin se aceleró, por un momento pensó que se le saldría del pecho. Era una fotografía de Jeongin con su pancita descubierta y una gruesa cinta color rosa envolviendo su cintura, en el centro tenía escrito "seré una princesa" y sin dejar de lado la más dulce sonrisa.
Un sentimiento extraño recorrió lo más profundo de él y las palabras de Changbin volvieron a revolotear por su cabeza.
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