VEINTIUNO

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Jeongin mordía sus uñas y su respiración se había tornado agitada.

Tenía miedo. Demasiado miedo.

El pecosito a su lado le acariciaba la espalda para mantenerlo tranquilo, Beomgyu tenía su cabeza apoyada en las piernas de Jeongin, el chiquillo sabía que su mayor tenía cierta debilidad hacía él y de alguna manera mantenía un poco más el control. Jisung jugueteaba con sus dedos en un afán por dejar de pensar en las cientas de cosas negativas que lo hostigaban.

El doctor se había marchado hace veinte minutos y aún no volvía.

Rápidos pasos llamaron la atención de los chicos en el cuarto, la puerta se abrió rápidamente y entró con una expresión asustada el aún esposo de Jeongin, junto a sus dos amigos.

-¿Que haces aquí?- preguntó tembloroso Jeongin.

Jisung y Minho cruzaron miradas, casi hablándose entre ellas. Jisung tomó del brazo a Felix y le hizo una mueca a Gyu para que saliera de igual manera, sin notar la expresión de asombro que traía el menor.

Changbin y Minho salieron de inmediato.

Beomgyu y Hyunjin se miraron por unos instantes, pero no era momento para preguntar nada, así que el menor sólo salió..

Los esposos quedaron ahí en la habitación, mirándose. Jeongin no entendía la razón del de tez blanca para estar ahí.

-¿P-porque?- volvió a preguntar el menor.

-Cari...- se interrumpió a si mismo para corregirse- Innie; me dijeron que MinJeong se puso mal.

Jeongin desvió su mirada. ¿Que le importaba que MinJeong se haya puesto mal? No quería que Hyunjin fingiera interés en su niñita.

Abrió la boca para hablar, pero se escuchó un ajetreo fuera de la habitación y seguidamente, se abrió la puerta.

Jackson Wang estaba serio, no traía esa sonrisa con la que entró hace casi media hora. Jeongin se quitó las inyecciones, después de todo ya le habían dado el alta, se acercó al doctor con bastante miedo de lo que su mirada podría significar.

-Doctor...¿Cómo está mi bebé?- preguntó Jeongin.

Jackson mordió su labio inferior y bajo la mirada.

Jamás nadie podría explicar lo que sintió el menor en ese momento, sus manos se sintieron frías y húmedas a la vez. En su pecho algo sintió romperse.

-Doctor. ¿Cómo está mi bebé?- volvió a preguntar esta vez con su voz quebrada. Otra vez no recibió respuesta, entonces, ya cayendo en llanto golpeó el pecho de Jackson- ¡¿COMO ESTA MI BEBÉ?! ¡¿QUE SUCEDIÓ?!

El médico tomó una gran bocanada de aire, los golpes de Jeongin no tenían fuerza y solo se limitó a sostener sus brazos.

-Tuvo otro paro cardiorrespiratorio y...- pausó una milésima de segundo- No lo soporto.

Jeongin abrió su boca y bajo la mirada.

A veces la vida puede ser tan injusta. MinJeong ni siquiera aprendió a decir papá y ya se había ido, ni siquiera pudo ser arrullada por los protectores brazos de sus progenitores.

Se marchó, llevándose con ella una parte de sus padres. Su vida ya no se balanceaba en un hilo. Hwang MinJeong había vuelto a ser un angelito, el más hermoso.

El llanto en ese cuarto era desgarrador. Jeongin pataleo y lloro a cántaros, porque no pudo conocer los ojitos de su bebita. Porque jamás conocerá su voz. Porque sintió su corazón hacerse añicos.

Nadie podía consolar su incesante llanto, ni sus amigos, ni su esposo.

La mirada de Jeongin se mantenía fija en la nada, sus ojos solo divagaban por los rincones, pero sus pensamientos no estaban ahí

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La mirada de Jeongin se mantenía fija en la nada, sus ojos solo divagaban por los rincones, pero sus pensamientos no estaban ahí. Quería convencerse de que podría ser otra pesadilla y que al despertar, le dirían que MinJeong estaba bien y que era una nena muy fuerte.

No importaba cuanto se la pasara mirando a su alrededor y cerrara sus ojos, su realidad era esa. En su realidad se sentía con una gran herida en el pecho, ardiendo, quemando y profundamente doliendo.

Ya no vestía la bata del hospital, sus mejores amigos prácticamente lo vistieron.

Changbin y Minho optaron por llevarse a Hyunjin de ahí. Para ellos también fue una dolorosa noticia, pero sabían que Jeongin no se encontraba para nada bien y podría incluso aumentar su rechazo hacia el de tez blanca.

Tenían mucho de que hablar, aún habían cosas que aclarar, pero ese definitivamente no iba a ser el momento.

A la receta que antes le había dado el doctor Jackson, se le sumaron algunos antidepresivos, aun que el hombre ahora ya no hablaba directamente con Jeongin, ya que este no lo estaba escuchando.

Felix se aseguraba de guardar de tomar anotaciones mentales a algunos datos extras que le dio el médico, Jeongin estaba echo un ovillo entre los brazos de Jisung, quien también tenía sus ojos hinchados y acariciaba con mucho cuidado la espalda de su menor.

Beomgyu estaba sentado junto a los mayores y miraba sus manitas entrelazadas, había algo dentro de él, una incomodidad, un mal sentimiento. Pensó en su hermana mayor, de alguna manera dedujo que algo tenía que ver ella en todo esto. Hyunjin se había mostrado demasiado enojado con Tzuyu, el embarazo de Jeongin se había adelantado aún cuando el se cuidaba demasiado.

Frunció el entrecejo. El jovencito de diecisiete años no tenía esa mirada dulce que mostró desde un principio, se veía enojadisimo.

Se levantó, se acercó con mucho cuidado a Jeongin y besó su frente, le prometió que iría a verle el día siguiente y salió del cuarto.

Tenía algo importante que hacer...

Tenía algo importante que hacer

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Como una estrella/ Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora