Habían planeado una boda sencilla, solo con amigos más cercanos y familiares. Claro, todo quedó en planes, ya que al momento de enviar las invitaciones Hyunjin se dio cuenta de que su prometido tenía casi cuarenta invitados.
Porque obviamente estaban contabilizados los padres de Jeongin, su hermano, el pack que incluía a Jisung, Minho y Bbama, el otro que contenía a Félix, Changbin y un frijolito de tres meses de nacido, Gyu y su madre, los amigos de la universidad, Nayeon, el doctor Jackson que también venía incluido con su esposo y sus mellizos, y así quien sabe cuanta gente más.
A Hyunjin se le complicaba hacer amistades, así que los únicos invitados de Hyunjin eran sus padres (Minho y Changbin venían incluidos en el paquete que invitó Jeongin) y sus compañeros del trabajo.
La ceremonia se llevó a cabo, como regalo especial no sono esa típica melodía de las bodas, si no que Jisung y Beomgyu interpretaron la canción All Of Me de John Legend, dándole muchísima más emoción al momento y provocando que las lágrimas de Hyunjin salieran sin poder controlarse.
La armoniosa canción, más a su casi esposo caminando hasta el con un traje plateado lo conmovieron.
En estado de sobriedad dijeron el acepto frente al Juez, mirándose a los ojos, estando profundamente enamorados volvieron a unir sus vidas. Cumplieron la promesa con un beso, idéntico al que hace mucho tiempo sello su promesa.
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Jeongin picaba con mucho cuidado una variedad de verduras para incluirlas en su almuerzo ese día. En aquellos días traía una sonrisa mucho más marcada que de costumbre, pues según los cálculos su hijo podría nacer la próxima semana.
Aún faltaban un par de horas para que Hyunjin llegase a casa, pero lamentablemente está vez no podría esperarlo para comer... Tenía muchísima hambre
Por suerte había recibido la llama de Im Nayeon, quien quería saber sobre el y el pequeñito de su vientre, así que se vio en la obligación de invitarla a comer, ya que prefiere mil veces hablar en persona que por teléfono.
La mujer llegó a las dos y punto de la tarde, saludo al chico con un cariñoso abrazo y al bebé con una melosa y estúpida voz.
Chris ni siquiera había nacido y ya era el consentido de Nayeon, antes la mujer solía llevarle variedades de chocolates a Jeongin y ahora solo se acuerda de la criaturita.
Cargaba una gran bolsa con una reconocible marca de ropita de bebé, la dejo sobre la mesa y comenzó a sacar prendita por prendita
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