‹ Our 𝖇𝖊𝖆𝖚𝖙𝖎𝖋𝖚𝖑 life together › ♡ [Glamrock Freddy x Monty] [T2]

✮ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒐𝒄𝒆

12 - "You're the bear of my dreams."
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Perspectiva de Monty.

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- ¡MONTGOMERY! - Un fuerte grito hace que me despierte. Salto sobre mi asiento por el susto, y sacudo mi cabeza para despertarme completamente. - ¡Despierta, por Dios!

- ¿Qué pasa? - Digo entre un bostezo, notando que todavía estoy en mi puesto de trabajo. - ¿Ya me van a pagar?

• Pregunto, pero la mujer frente a mí solo frunce el ceño. Ella es una empleada de limpieza, pero parece ser mi maldita supervisora, ya que no quita sus ojos de mí.

- ¡No puedes dormir, tienes que estar atento! - La mujer me regaña, yo ruedo mis ojos como respuesta. - Tu tienda siempre está repleta de niños pequeños, podrían estar en peligro y tú ni en cuenta.

- Por favor, es un pinche campito de golf. ¿Qué hay de peligroso en eso? - Me inclino en mi silla con confianza.

• La mujer sacude su cabeza con indignación, y antes de que se vaya, otra señora se acerca con un niño en sus brazos.
Parece molesta, y su mocoso está algo... azúl.

- ¡Mi hijo casi se ahoga con una pelota! - Eso explica porqué está de ese color. ¿Aún tendrá la pelota en su garganta? - ¡¿Dónde estaban cuando esto pasaba?!

- ¿Dónde estaba usted? - Recuesto mi brazo sobre el mostrador, y me encojo de hombros. La señora retrocede unos pasos, apretando más al pobre niño, que cada vez se pone más y más azúl.

- ¡EXIJO MI DINERO DE VUELTA! - Ella golpea el mostrador, poniéndose más agresiva a medida que me niego a devolverle su dinero.

• Los gritos se hacen presentes; tanto la madre histérica y la conserje pesada están regañándome. No me molesto en prestar atención, aún estoy tratando de recordar aquel sueño que estaba teniendo hace unos minutos.

En mi sueño, estaba a solas con Freddy en nuestra habitación; con el detalle que la habitación era enorme, y había anguilas eléctricas en el piso, pero a solas al fin y al cabo.

La manera en la que me susurraba cosas, y se acercaba con su rostro rojo de vergüenza, mirándome con esos ojitos azules que me dejan hipnotizado... será mejor que deje de fantasear para evitar más inconvenientes.

- ¡¿Está escuchándome?! - La señora grita, haciendo que mi cabeza retumbe. Al parecer los gritos llamaron la atención de Freddy, quien se acerca con preocupación. - ¡No puedo creer la poca responsabilidad que tienen sus empleados!

- P-Pero... - Freddy murmura confuso, volteándose a verme cuando nota al niño azúl, ya desmayado en brazos a su madre. - ¿Qué sucedió?

• Todos le explicamos la situación, cada quién con su versión de la historia. Tras unos minutos, el niño deja de moverse, pero a su madre no parece importarle.

Freddy cubre su boca, nervioso. Seguro está sobre-pensando las cosas, creyendo que lo van a demandar o algo.

- Dale el dinero, Monty. - Freddy dice firmemente. Amo cuando me habla con ese tono de 'jefe', pero ruedo mis ojos al ser obligado a devolverle el dinero a la señora.

- Tome, quizás con esto pueda comprarse un hijo menos tonto. - Río, y siento las miradas molestas sobre mí. La mujer me arranca los billetes de la mano, y sale de la atracción con un paso furioso. - ¡Vuelvan pronto!