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Al día siguiente, el circo dio su primera presentación en la ciudad de LA, logrando ovaciones por parte del público y una muy buena reputación. Dieron entrevistas, se desenvolvieron perfectamente bien y se ganaron el corazón de muchísimos espectadores. En definitiva, estaban haciendo un fabuloso trabajo durante esta gira, pero, específicamente en esta parte del país, luchaban por sobresalir, pues la oportunidades eran más extensas.

Obtuvieron su merecido descanso, uno que no duró más de un día. Porque, la noche siguiente a la presentación, era la tan esperada fiesta de cumpleaños que Joanna tenía planeada con tanto entusiasmo. Alexis no había logrado descubrir cuál era aquella sorpresa que estaba dispuesta a dar, pero seguí intentando dar con ella. Yo temía por la próxima locura de mi jefa. Su obsesión con su alumna muerta era tan grande que llegaba a ser preocupante.

Caroline y Normand nos comentaron que estuvieron monitoreando los preparativos de la fiesta, y, según los que ellos habían apreciado, todo se veía tranquilo. Pero era notable que ellos estaban aún más nerviosos que yo. Era la primera vez que hacían algo en conmemoración a Valerie desde su muerte, la primera vez que se atrevían a recordarla de una forma más... positiva. Seguramente, ellos como pares, se habían quedado con el trauma de su asesinato, lo que inevitablemente crearía el efecto negativo de llevar a sus cabezas imágenes del evento que destruyó a su familia y corazones.

La celebración no comenzaría hasta las once de la noche. Sí, yo tampoco comprendo por qué tan tarde. Pero de todos modos mañana había otro día de descanso así que el horario no era de vital importancia. Pero, en cambio, la ropa sí. Joanna dijo expresamente en un comunicado que todos debían ocupar una vestimenta digna de la ocasión. Eso, para ella, significaba piezas elegantes de pies a cabeza.

Nadie iba a discutirle eso. Por esa misma razón, cuando todos los integrantes del circo comenzaron a bajar al vestíbulo, listos para subir a los vehículos, no me sorprendió encontrarme con increíbles opciones de ropa. Todos se habían tomado el pedido muy en serio. Estaban casi tan elegantes como el día que fuimos al casino, como sacados de una película.

Como es costumbre, yo me fui con mi familia. La tensión en el vehículo se sintió cada maldito segundo del recorrido. Como dije antes, los nervios eran comprensibles en la familia Roux. Pero, de corazón, esperaba que esto fuera un buen recuerdo para ellos mas que una tortura por la que están obligados a pasar.

Para el colmo, Austin y Tarah no habían resuelto su conflicto. Si bien el primero había intentado tener una conversación serena luego de que la inicial fuera un rotundo fracaso que terminó en gritos, no lo consiguió. Ambos estaban molestos el uno con el otro pero la diferencia aquí era que Tarah se negaba a cooperar. No le hablaba, apenas lo miraba.

Era una pena, porque esta noche en especial, era cuando debían de estar más unidos que nunca.

Cuando llegamos, fue una sorpresa para todos el lugar que había elegido Joanna para el evento. Se trataba de un espacio al aire libre, donde carpas de diferentes formas y tamaños se extendían alrededor del mismo. Lámparas de todo tipo alumbraban el entorno perfectamente. Mesas redondas con manteles rojos, decoraciones espectaculares y sofisticadas, y por supuesto, la sección de la barra.

Cada mesa tenía su nombre y era de esperarse que la nuestra fuera la central. Tuve que tragar grueso cuando, al tomar asiento junto a los demás, observé la foto grande y reluciente de Valerie Roux justo en el centro de la superficie. Aparecía muy sonriente, con su cabello rojo y ondulado resaltando las facciones de su rostro. Pude ver por el rabillo del ojo cómo los integrantes de la familia contenían las muecas. Elián, por su lado, no disimuló nada cuando su dedo recorrió la foto de la niña que tanto extrañaba.

Pasaron un par de minutos en lo que todo el mundo se acomodaba. Cuando todo pareció estar listo para iniciar, Joanna se subió a la plataforma de madera y se llevó el micrófono a la boca. Con una grande sonrisa, habló:

Circus (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora