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Cuando finalmente aterrizamos en la ciudad, los Roux me ofrecieron acompañarlos a su casa, pero tuve que rechazarlos. Necesitaba volver a mi hogar y hablar con mi padre después de mucho tiempo. Si por esas casualidades, en estos meses, él se preguntó dónde me encontraba, quería contarle la aventura por la que había atravesado. Me imaginaba que ya se daba una idea dado que la madre de Penny tenía cosas que resolver con su hija con respecto al centro de rehabilitación.

Tomé un taxi y mientras iba en los asientos de atrás del vehículo, me mensajeaba con mi novio. Él ya había llegado a su casa. Me hubiese gustado conocerla, y probablemente se me dé la oportunidad en algún otro momento. El sitio donde esa familia creció debe tener muchas cosas interesantes que me llamen la atención.

Finalmente llegué y le entregué el dinero correspondiente al conductor. Bajé con mis maletas y reuní el valor necesario para tocar la puerta de mi casa. No es que se tratara de una especie de reencuentro. La verdad es que las cosas con mi padre nunca tuvieron un nombre. Simplemente, cuando mamá nos dejó, las cosas cambiaron drásticamente. Él dejó de actuar como un padre y yo no luché por recuperarlo, no estaba interesada en hacerlo si él no hacía el mínimo esfuerzo. Entonces, me sentía... extraña, porque realmente no sabía cómo se iban a dar las cosas ahora. A pesar de estar distanciados, sigo preguntándome si siente algún afecto hacia mi, si piensa en mi, o si simplemente renunció a mi.

Luego de dar tres toques a la madera, esperé pacientemente. Pasos rudos se escucharon dentro y en cuanto el rostro de mi padre estuvo frente al mío, se transformó en una mueca de sorpresa.

-Aubrey...- dejó salir el aire que estaba reteniendo y se llevó una mano a su cabello- Hola, hija. Cuánto tiempo.

A continuación, no sin antes esperar aprobación, se acercó lentamente y me envolvió en un abrazo. Lo recibí y apoyé mi mejilla sobre su pecho. Las respiraciones de ambos se volvieron más suaves y controladas, como si nos diéramos la oportunidad de relajarnos por unos segundos.

-Hola, papá. Lamento... haberme ido sin despedirme.

-Eres adulta, cariño, puedes hacer lo que quieras. Aunque... creo que no eres tú la que debe dar las disculpas- dijo en cuanto nos separamos, con un tono triste en su voz- Pasa, vamos.

Entré a mi hogar y la nostalgia subió por mi cuerpo. Sí, solo habían pasado unos meses, pero luego de estar encerrada dentro de un tren y haber pasado por tantos hoteles en este tour, volver a estas paredes se sentía diferente. Dejé la maleta a un lado del sofá y me fui a tomar asiento en la cocina, mientras mi padre me preparaba un café. El vuelo había aterrizado a las ocho de la mañana y llegué aquí media hora después, por lo que me encontraba bastante cansada y tenía muchas ganas de irme a la cama. Pero, al mismo tiempo, quería charlar con el hombre frente a mi.

-Así que... tú y Penny se fueron con el circo Valerie.

Tragué saliva- Así es. Recorrimos Estados Unidos y... fue una locura.

Procedí a contarle acerca de los Roux y cómo me recibieron, también acerca de los shows, de los intérpretes, mis visitas en las distintas ciudades, las fiestas, y todo aquello que me había sacado una sonrisa. Él me escuchaba atentamente y de vez en cuando reíamos ante las anécdotas. Inevitablemente, me salteé muchas partes porque, o eran irrelevantes, o no quería que las tuviera sabidas, como por ejemplo, toda la compleja historia de Valerie y los Roux. Simplemente mencioné que la habían asesinado y que hace poco se reveló quién fue la persona que lo hizo.

-Entonces... Penny trabajaba para este chico Andy. ¿Pero por qué?

-Penny formó parte del circo cuando era pequeña y allí lo conoció. Compartían intereses. Desde entonces, hizo equipo con él y lo ayudó en todo.

Circus (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora