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Automáticamente, me di la vuelta y tomé las mejillas de Austin para acercar sus labios y pegarlos a los míos.

Sus manos no tardaron en agarrar mi cintura con fuerza y en tirar de mi cuerpo. Finalmente, nos dimos la oportunidad de quitarnos estas incontrolables ganas entre nosotros, que lo único que hacían con el pasar del tiempo, era incrementarse cada vez más, hasta volverse desesperantes. Aquello se notó en cada movimiento que ejecutábamos, en el beso en el que estábamos sumergidos, en nuestras manos recorriendo nuestras figuras, y en los jadeos producidos por nuestras bocas.

Austin rápidamente, se acomodó sobre mí para comenzar a frotarse contra mi débil y deseoso cuerpo. Era como si no necesitáramos de palabras para decirnos el uno al otro lo mucho que queríamos esto. No íbamos a alargarlo con diálogos, simplemente nos dirigimos directo al asunto. Seguí besándolo en todo momento, tomándome la libertad de saborear cada parte de él. Se sentía tan bien como me lo había imaginado tiempo atrás, incluso como cuando me masturbaba pensando en él. Sus labios gruesos chupando los míos y, de vez en cuando, bajando a mi cuello, dejando marcas en él. Me aferré a su cabello como si mi vida dependiera de ello. Necesitaba tirar de algo teniendo en cuenta que estaba a punto de estallar. Austin se tomaba el tiempo de hacer esto despacio, con amor y anhelo. Yo, en cambio, estaba ansiosa y quería quitarle la ropa de inmediato para hacerlo mío de una vez por todas. Pero me decidí a disfrutarlo, porque no sabía si esta sería la última vez que nuestros cuerpos compartirían un momento así.

Canté victoria cuando sus manos finalmente llegaron al borde de mi camiseta. Pidió permiso con la mirada antes de tirar de ella hacia arriba con agilidad. Mis pechos quedaron completamente a la vista dado que no llevaba un sostén puesto, se los notaba erectos y fue algo que hizo sonreír a Austin. Se lamió los labios disimuladamente antes de bajar su boca y besarlos con suavidad, cada centímetro de ellos, sin perderse de ningún detalle. Le daba atención a cada uno, sin falta, chupándolos y lamiéndolos con hambre, como si los deseara desde hace mucho tiempo, lo cual no era un secreto ya que básicamente hace un segundo lo atrapé mirando fijamente mis tetas. Tiré la cabeza hacia atrás cuando su lengua también se sumó al juego, pero en otras partes de mi cuerpo. Lo quería en todos los sitios posibles. Mordí mi labio inferior con fuerza y a su vez cerré los ojos sin poder evitarlo. Su manos no se quedaban atrás, acariciaban la piel de mis piernas y subían peligrosamente con lentitud.

Se obligó a separarse para terminar de quitarme la ropa. Tomó el dobladillo de mis pantalones cortos junto al de mis bragas, y bajó ambas prendas poco a poco, sin disimular la manera en que se quedaba viendo mi coño ahora descubierto y listo para atención. Reí en voz baja cuando también se tomó la molestia de quitar de manera seductora y juguetona mis calcetines.

Era mi turno, así que, cuando volví a tenerle frente a mi, desabotoné cada circulito que componía su camisa blanca, aquella que siempre llevaba puesta por esa insistente obsesión de querer lucir elegante cada minuto del día. De todas formas, no era un problema en lo absoluto. Era su forma de vestir, y él sabía hacerlo ver muy sexy. O al menos para mi vista.

Creo que esta era la primera vez que veía el torso desnudo de Austin. Pasé las yemas de mis dedos por todo su abdomen, casi babeando en el proceso. Llegué hasta su cinturón y no dudé en desatarlo para luego continuar con sus pantalones. Mientras volvía a besarme, me ayudó a bajarlos y dejarlo tan desnudo como lo estaba yo.

Con tan solo bajar la mirada un poco, pude ver entonces el miembro de Austin, ya claramente despierto. Cierta vergüenza brilló en sus ojos pero me encargué de tranquilizarlo con mi sonrisa y unas caricias en sus mejillas. Si él estaba acostumbrado a mostrarse o no, quería que supiera que conmigo no debía sentirse avergonzado. Todo en él me encantaba y me aseguré de hacérselo saber.

Circus (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora