Circus (+18) I COMPLETA I

59

Finalmente, era hora de volver a casa. El viaje de regreso se realizará en avión, directamente a nuestra ciudad. El tren ya había cumplido su función al transportarnos a través de las vías durante todo este tour. Las cosas del circo serían enviadas por encomienda próximamente para las siguientes presentaciones. Luego de este largo viaje, claramente todos los intérpretes tendrán unas merecidas vacaciones antes de volver al trabajo. Como no he visto a Joanna en las últimas horas, no sé qué es lo que planea, pero francamente, no me interesa. Ya no es mi asunto. Si bien esto fue una completa experiencia para mi, estaba lista para volver con los Roux y buscar algo menos destructivo que hacer con nuestras vidas.

Ellos iban a necesitar ayuda con eso. Yo tenía conocimientos en el área de búsqueda de empleo. Currículums, entrevistas, y lindas sonrisas, todo para conseguir un trabajo. Pero ellos no tanto. Se sustentaron toda su vida con el circo y nunca tuvieron la oportunidad de probar con algo nuevo. Pero yo estaba dispuesta a ayudarlos.

Por un lado, Elián por fin comenzará a ir a una escuela de verdad. No importaba lo que costara, haríamos lo posible para que ese niño recuperara su infancia e hiciera amigos que le saquen nuevas sonrisas. Tuvo clases en línea por mucho tiempo debido al tiempo que le consumía las presentaciones, pero eso se acabó. Por otro lado, Tarah decidió que ella sí quería seguir estudiando en casa. Alegaba que no era buena para socializar y que tampoco le interesaba mejorar en ese aspecto. Lo único que quería era olvidar y hacer progresos para sí misma. Si bien yo creía que no era lo mejor, dejé que tomara sus decisiones, ya que es lo suficientemente mayor para hacerlo.

Había otras cuestiones por resolver, como el problema de los Roux con su padre. Los tres estaban completamente enojados con Normand luego de que la verdad saliera a la luz. Durante este periodo de tiempo, él ha intentado de todo para que sus hijos le dirigieran la palabra, pero nada daba resultado, ni siquiera sus más sinceras disculpas.

Si hay algo de lo que sé, es lo difícil que es tener una mala relación con un padre, luego de horribles circunstancias. No les deseo para nada a estas tres personas que tengan que pasar por eso. Si bien yo también creía que Normand no era merecedor del perdón, una parte de mi creía que amaba más que nada a sus hijos y perderlos, significaría perderlo absolutamente todo.

Él estaba desesperado, y probablemente fue por esa razón que, mientras yo empacaba mis cosas, él me rogó que cediera un poco de mi tiempo para hablar con él.

Para estar cómodos, nos dirigimos a la cafetería del hotel y tomamos asiento. Todo en él demostraba lo devastado que se encontraba, en el sentido emocional y físico. Debo admitir que daba impresión verlo de tal manera, a diferencia de lo elegante que solía verse todos los días.

-Nunca me perdonaré haberles mentido...- comenzó- pero temía exactamente esto. Perderlos. No quería que supieran que su padre era un infiel de mierda. Todos ellos... son mis bebés. Los amo tanto, a cada uno. Son la razón por la que sigo viviendo, la razón por la que Caroline siguió conmigo.- sus manos cubrieron sus ojos- Joder... mi Caroline... después de haberle hecho eso, hice de todo para recuperar su amor, ¿sabes? Y creo que habíamos logrado un avance, pero estoy seguro de que nunca llegó a perdonarme.

-No podrías culparla- susurré.

-No, claro que no- suspiró- A pesar de todo... me duele... me duele mucho lo que le hizo a nuestra hija. Cuando la policía me lo dijo..., me quedé en shock. Quisiera tener la oportunidad de comunicarme con ella y... hablar sobre lo que pasó.

-Supongo que si viniste a mi, es porque querías escucharme- él asintió, afirmándolo. Yo tomé una gran respiración- Me temo que ya no es posible comunicarnos con ella. Y que lo que sucedió es irreparable. Puedo entender lo difícil que es para ti haber perdido a tu esposa e hija, pero aún tienes tres niños que merecen felicidad. Necesitan que les demuestres que, pase lo que pase, no dejarás que vuelvan a dañarlos. Que los amas. Y tomará tiempo, Normand. Tiempo y mucho esfuerzo. Pero si no quieres perderlos debes poner empeño, porque si no cometerás el mayor error de tu vida.