Circus (+18) I COMPLETA I

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Sí, Leonard, el mismo hombre que nos enseñaba actuación a Penny y a mi en el teatro donde todo comenzó. Aquel tipo se encontraba en cuclillas debajo de la mesa, maldiciendo en voz baja y con los ojos bien cerrados, como si creyera que eso lo volvía invisible para nuestra vista. Pero no, lo estábamos viendo fijamente los tres.

-¡¿Y usted qué rayos hace aquí?!- no pude evitar estallar.

-¿Lo conoces?- me preguntó Andy, detrás de mí, observando al hombre, confuso.

Les expliqué brevemente quién era mientras tiraba del brazo de Leonard para sacarlo de allí abajo. Se negó al principio, como todo un niño, pero finalmente soltó el aire y se rindió. ¿Cuál fue mi sorpresa al tenerlo parado, de cuerpo completo frente a mi? Que llevaba la misma ropa que la noche en la que todo sucedió. Su camisa blanca ahora iba manchada y desgastada, sus pantalones flojos y ni siquiera llevaba zapatos.

-¿Entonces?- volví a insistir.

-Joder- él se rascó la cabeza- ¿Me van a ayudar a mantenerme oculto?- los tres compartimos miradas confusas- Por favor.

-Sólo díganos qué hace aquí- ordenó Alex.

El cuarentón suspiró- La noche del teatro- posó la mirada en mí- me quedé en una de las oficinas para seguir con el seguimiento de mis clases. Escuché a Penny gritar. Vi sangre. Supe que algo andaba mal así que fui a buscarla. Pero luego las luces se apagaron. No encontraba mi teléfono para llamar a alguien, por lo que estaba asustado. Fueron minutos después que escuché risas de payaso, y a ti gritando. Fui en tu búsqueda lo más rápido posible, pero estaba en el último piso y para cuando llegué al escenario, vi a Penny desmayada desde el mismo, y a ti en uno de los asientos. Hubiese ido a ayudarlas si no fuese por la cantidad de personas que vi tomando sus cuerpos y llevándolas a un camión. Me metí en el vehículo porque no tenía número de placa y sabía que luego no podría ayudarlas.

>>Intenté despertarlas, pero no hubo caso. Y cuando llegamos al destino, me escondí entre las cosas del camión para que los secuestradores no me vieran. Las bajaron y yo lo hice tiempo después cuando estuve seguro de que no había peligro. Y entonces... la confusión sobrepasó el miedo. ¿Qué rayos hacíamos en un parque de atracciones abandonado?- sacudió la cabeza- Pero luego, a lo lejos, vi el símbolo del circo Valerie- inesperadamente, las comisuras de sus labios se elevaron- Yo conocía ese circo, lo amaba... lo amo. Entonces, merodeé por el lugar la noche entera y cuando el tren estuvo a punto de partir, subí en él. Tenía la oportunidad de viajar con el elenco. No me lo iba a perder. Así que, como sabía que yo no formaba parte del grupo y que era muy probable que me echasen, me escondí en este lugar.

Yo mantenía una mano sobre mi mentón, prestando completa atención. El problema era que mi cabeza daba vueltas y vueltas, observando al hombre que hablaba maravillado, como si lo que hubiese hecho fuese una locura satisfactoria para él. Intentó ayudarnos, sí. Pero cuando comprendió quiénes eran estas personas, simplemente se metió al tren como todo un loco obsesionado. Me sorprendía porque mi profesor de actuación no era el tipo al que yo estaba mirando ahora mismo. Sus personalidades no cuadraban. ¿Qué estaba pasando?

-Ya son semanas las que estamos viajando, Leonard. ¡¿Todo este tiempo te has quedado aquí?!- cuestioné, sin poder creérmelo.

-Una de las trabajadoras me descubrió hace unas semanas, pero la convencí de ayudarme. De vez en cuando me trae comida y cuando el tren hace paradas, ella se queda conmigo, haciéndome compañía. No quiero ser modesto, pero creo que le gusto.- se secó sus manos sudorosas en sus pantalones- Cuando es la hora del espectáculo, nos escabullimos y nos metemos entre el público.

-Estás loco, hombre- Andy llevó las manos a su cabeza, mientras que la chica a su lado lo miraba con una mueca de desagrado.

Yo ni siquiera sabía qué pensar. Si estaba mintiendo o no. Si su mente estaba tan alocada como me la planteaba. Observé detrás suyo y comprobé que, efectivamente, había una cama improvisada compuesta por una serie de sillones y sábanas blancas.