52

1K 99 48
                                    

Había corrido de vuelta a la habitación para evitar que Austin notara mi presencia. Me metí en la cama, controlé mi cuerpo tembloroso y pretendí que estaba dormida cuando lo escuché entrar por la puerta y acomodarse nuevamente detrás de mí, pasando un brazo por mi cintura.

A los pocos minutos oí sus ligeros ronquidos y fue allí que me llevé la mano a la boca y cerré los ojos con fuerza. Mi novio me había pedido las pruebas sobre el asesinato de su hermana para luego proceder a quemarlas y así eliminarlas por completo, volviéndolas cenizas. Se trataba del diario de Valerie, de su foto junto a ella, y de otras cosas que le pertenecían a su hermana pequeña. ¿Por qué haría algo como eso? Con esas cosas teníamos la posibilidad de acercarnos al asesino y él era muy consciente de ello.

¿Qué se supone que haga ahora? Cada vez que pienso que doy un paso hacia adelante, aparece algo que me hace ir hacia atrás nuevamente. Elaboro teorías, intento confirmarlas, y cuando creo obtener resultados, estos cambian rotundamente. Esto ya no se trata esencialmente del asesinato de Valerie, sino de en quién rayos confiar.

-Bri.

Mis hombros saltaron cuando escuché su voz ronca cerca de mi oído. Al parecer no se había dormido por completo.

-¿Estás llorando?- su mano acarició toda la superficie de mi brazo.

-Yo solo...- borré mis lágrimas y sorbí mi nariz- estoy un poco sensible por todo lo que ha pasado con Alex. No quería despertarte.

-Ven.- con su brazo, me ayudó a darme la vuelta para estar frente a frente- Me imagino que no quieres creer lo de Alexis porque ha sido una gran amiga para ti. Yo también la quiero, he crecido con ella. Pero incluso las personas que menos nos imaginamos, son las que tienen el corazón más oscuro. Y cuando estos no resisten más, colapsan, hasta hacer cosas imperdonables- suspiró- Si bien no estamos seguros, hablamos de una persona que le cortó el cuello a una chica. No me gusta la idea de que estés cerca de ella.

-Y el abdomen- dije mirándolo fijamente a los ojos, generando que él frunciera el ceño- Primero apuñalaron su estómago.

-Sí... eso también.- la nuez de su garganta se movió inquieta hasta que volvió a hablar- Es mejor descansar, mañana es el último show y será un día largo.

Me abrazó con más fuerza y yo quedé escondida en su cuello. Mis brazos estaban rodeándolo, y mis manos dejando caricias en su espalda ancha. Las yemas de mis dedos llegaron a una zona con una irregularidad que se me hizo extraña. Estiré un poco el cuello y me percaté del corte cicatrizado que él tenía en la zona baja de su espalda.

-¿Qué te pasó aquí?- le pregunté haciendo apenas presión sobre la herida.

-Ya no lo recuerdo.

Al día siguiente, todo era un descontrol. Los intérpretes estaban nerviosos y emocionados a la vez, pues hoy era el gran día donde el Circo Valerie terminaría con sus presentaciones. Chicago era un lugar precioso, pero no iba a tener la oportunidad de recorrerlo como lo he hecho en otras ciudades en este tour, pues no había tiempo. En cambio, iba a estar pendiente de los Roux todo el rato, porque si bien algunos solo tienen que esperar unos meses para nuevamente salir bajo los reflectores, ellos no iban a hacerlo. Formar parte de este último show era parte de su trato con Joanna, pero a su vez, una manera de decirle adiós a algo que aman mucho, pero que tienen que dejar ir por su bien.

En pleno desayuno, apenas podía oír a las personas que hablaban frente a mí. Como dije antes, todos están como locos y el comedor del hotel se ha vuelto un lugar que imposibilitaba la comunicación. Caroline estaba comentando algo sobre lo especial que le resultaba este día, a pesar de todas las controversias por las que hemos pasado. Elián, a su lado, estaba apoyado sobre su hombro, mirando su comida, sin intención de metérsela en la boca. El pequeño no ha mostrado mejoras, pero tampoco más alarmas preocupantes. Para variar, eso era bueno.

Circus (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora