Capitulo 33

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Seungmin se encontraba en el centro comercial con su mejor amigo, estaba ahí para buscar un regalo que comprarle al novio de esté, pues pronto iba a ser su cumpleaños. Para ser más exactos, faltaban quince días para su cumpleaños, pero a Lix le gustaba comprar las cosas desde antes. Desde hace una hora que habían estado paseándose por todas las tiendas buscando algo que a Felix le convenciera, pero aún nada lo hacía.

— ¿Por qué es tan difícil comprar un regalo? —se quejó Lix.

—Estoy seguro de que cualquier cosa que le compres, le gustará.

—No debe ser cualquier cosa, debe ser algo especial Seungmin —frunció los labios— Algo que le guste mucho.

— ¿Qué le gusta a Chan? —. preguntó.

—Yo, obvio.

Seungmin rodó los ojos y negó con la cabeza —No me refiero a eso.

—Le gustó yo, las plantas, las fiestas y hum... la comida —se encogió de hombros.

—Cómprale una planta bonita y no sé, ¿un portarretrato con una foto tuya? —dijo tratando de ayudarle— No lo sé, Lixie.

—Está bien —contestó más convencido— ¿Y tú?

—¿Yo? —se apuntó a sí mismo.

—Si, ya sabes —habló como si él tuviese idea a que se refería— Minho cumple años en cuatro días.

— ¡¿Qué?! —gritó de repente.

Minho cumplía dieciocho años en cuatro días y él no tenía ni idea. Joder se sentía tan tonto ¿por qué rayos no lo sabía? bueno, nunca le había preguntado. Pero literalmente, si Felix no le decía sería capaz de dejarlo pasar sin ni siquiera saberlo.

—Pensé que lo sabías.

—¡No, no lo sabia! —exclamó, pero al instante se tranquilizo— Gracias por decirme, eres el mejor amigo de todos.

—Lo sé —sonrió con vanidad— Pero bueno, ¿qué piensas comprarle?

Sinceramente no tenía idea de que podía comprar, pero ahora entendía a Felix, tenía que ser algo especial y bonito. Pero, ¿qué?

—Voy hacerle un pastel.

—¿Un pastel? —arqueó una ceja.

—Si, uno delicioso —sonrió— Compremos el regalo de Chan y luego el de Minhonnie.

—Conociendo a Lee, sé que prefiere una fiesta y alcohol.

—Ya lo veremos —sonrió y le tomó de la mano para comenzar a caminar a su lado. Estaba ansioso de que llegase el día y pudiese pasarlo a su lado.

Minho se encontraba en la gasolinera, estaba poniéndole combustible a su motocicleta debido a que el tanque ya estaba por acabarse. Cuando terminó, le pagó al chico que estaba de encargado y estacionó su motocicleta para entrar a la tienda a comprar una cajetilla de cigarros.

Tomó una bebida, la llevó a la caja y pidió los cigarros, la chica le cobró las dos cosas, él le pagó y finalmente salió de lugar para irse en su motocicleta. Pero afuera se encontró a una compañera del instituto.

—Hey Min—le saludó Hayun— Que bueno verte aquí.

—Hola —respondió sin ponerle mucha atención.

—Sé que pronto es tu cumpleaños, ¿harás otra fiesta como la del año pasado? —jugó con su cabello.

—No, en realidad no.

—Uh, ¿por qué no?

—Porque voy a pasarla con alguien —contestó sin más y subió a su vehículo para después ponerse el casco.

—Bueno, ya sabes que yo siempre puedo darte tu regalo —fue lo último que le dijo antes de que Minho se marchará sin contestarle nada.

Era obvio que las chicas seguirían tratando de coquetearle, pues antes él les correspondía demasiado. Pero las cosas habían cambiado y él ya no le interesaba ninguna chica, incluso había dejado claro eso aquel día en la cafetería pero aún así, era difícil que todas le hayan escuchado. Aún así, no le importaba porque se encargaría de rechazar a todos por su hermoso y tierno chico rubio.

Llegó a casa de Chan y como de costumbre, entró sin avisar para después sentarse a su lado en el sofá —Llegué —avisó como si aquel le estuviera esperando.

—Lo noté —siguió viendo la televisión.

— ¿Estás mejor con Felix?

—Mucho mejor —asintió con una leve sonrisa— El plan funcionó muy bien, gracias por tu ayuda.

—No es nada —sacó un cigarro y enseguida lo encendió para después darle una calada.

Fumar era un horrible hábito y lo sabía, sabía que se estaba haciendo daño a sí mismo. Pero no es como si fuese un adicto, fumaba de vez en cuando y no más de dos.

— Pero mi plan también te ayudo esa noche.

— ¿De qué hablas? —exhaló el humo y lo miró.

—Te fuiste con el nerd —contestó y Minho le dio una mirada molesta— Perdón, con Seungmin.

Odiaba oír que otros siguieran llamándole así, él tenía nombre y era Kim Seungmin, no el nerd. Así que aunque Chan fuese su amigo, la próxima vez le patearía el trasero para que le quedará eso claro.

— Les dejé esa noche para ustedes —arqueó una ceja— Dime, ¿por lo menos la aprovechaste?

—Sí, se quedó conmigo en casa — respondió sin saber a lo que Chan se refería.

— Entonces, ¿ya follaron?

Él pelinegro golpeó su hombro fuertemente por esa pregunta tan imprudente y personal —Que te valga una jodida mierda.

—No te enojes, sólo era una pregunta —se defendió.

—Una pregunta estúpida.

— ¿Lo hicieron o no? —volvió a preguntar y Minho lo miró mal— Ya, lo siento.

No, no habían "follado" y no tenía prisa por hacerlo, ya lo había dicho antes. Eso no era importante, estaba dispuesto a esperar el tiempo que fuese necesario.

Seungmin había encontrado el regalo perfecto para él pelinegro, no era algo caro, ni grande. Era algo lindo y especial; justo lo que quería.

—A Minhoie le encantará —dijo con una gran sonrisa.

— ¿Eso?

— Si Lixie, es perfecto.

•••

Gracias por leer<3

what's is love ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora