La familia Dupain-Cheng había visto días mejores. El matrimonio de Tom y Sabine no se encontraba en su momento más brillante. Marinette sonreía menos que nada, y Bridgette, bueno, Bridgette antes estaba viva.
El 01 de abril de 2022, se cumplía un año desde que la gemela de Marinette había muerto debido a un virus que se propagó como el fuego a nivel mundial. Muchas habían sido las bajas en todo el mundo, pero para la familia Dupain-Cheng, había sido como perder su universo. A los 19 años, Bridgette apenas comenzaba a vivir, se encontraba concluyendo su primer año universitario en Shanghái, China. Las medidas de prevención se habían levantado, los vuelos a cualquier rincón del planeta estaban funcionando como siempre, los bares y antros a capacidad máxima, los centros culturales como museos o galerías vendían todos sus boletos diarios, y las universidades habían vuelto a tener clases presenciales.
Fue a inicios de Marzo de 2021 que un tercer repunte de casos había vuelto a paralizar a la sociedad, o al menos a intentar paralizarla. El famoso Home Office únicamente sería para personas con enfermedades de importancia, las clases virtuales seguirían para los más pequeños, pero los universitarios, principalmente de carreras afines a las ciencias de la salud, tendrían un programa mixto. ¿Vida nocturna? Esa nunca se detuvo.
Bridgette empezó a ir como voluntaria a un gran hospital de Shanghái, al estar en su primer año de medicina, hospital donde los casos aumentaban cada día más, muy pocas personas habían corrido con la suerte de contar con la primera dosis de una nueva vacuna. Bridgette no era una de esas personas con suerte. Por ese motivo, al cabo de unos días de estar ayudando en el hospital, Bridgette comenzó con síntomas leves, mismos que no quiso mencionar a su familia por miedo a preocuparlos.
Habían pasado 7 días desde que tenía síntomas, cuando la fatiga y la falta de aire se hicieron presentes en su cuerpo, y ella sabía lo que significaba, la enfermedad se estaba volviendo grave en su sistema.
Cuando el día 10 llegó, Bridgette fue admitida en el mismo hospital donde prestaba su servicio. Su familia fue notificada al día siguiente vía telefónica. A pesar de la preocupación de Tom y Sabine, los médicos les aconsejaron no viajar, ellos estarían informando vía telefónica, Wang Cheng se encargaría de firmar los consentimientos necesarios al ser el responsable legal de Bridgette en ese país.
Los días pasaban y el cuerpo de Bridgette cada vez se deterioraba más. Los médicos usaban términos que poco entendían. ¿Cómo había enfermado tanto? Bridgette era una joven con mucha salud. El 23 de marzo, una enfermera amable había prestado su teléfono para que Bridgette pudiera hacer videollamada con su familia. La impresión que había sufrido Marinette al ver a su hermana en ese estado, había sido muy grande.
Siempre habían sido gemelas idénticas, sus amigos las confundían incluso con años de haberlas conocido. Ambas contaban con una piel blanca como la leche, a juego con un cabello negro azulado que llevaban en dos coletas desde su infancia. Los ojos de Bridgette eran ligeramente más rasgados que los de Marinette. Ambas medían 1.62 metros y habían nacido el 09 de abril. Pero ese día, Marinette vio un mundo de diferencias entre ellas.
Los ojos de Bridgette carecían de brillo, se veían opacos y secos. Había perdido tanto peso, que pensó que si la abrazaba, podría romperla. Su cabello no se veía con ese brillo azulado de siempre, era un negro casi lúgubre. La vida de Brid se estaba espumando. Ese día, Marinette y sus padres habían llorado y se habían abrazado al finalizar la llamada. La siguiente mañana, Bridgette fue sometida a una intubación endotraqueal cuando sus pulmones no soportaron seguir trabajando por cuenta propia.
Tom y Sabine viajaron en los siguientes días, tristemente, llegaron solamente a despedirse de su hija, quien tuvo una falla orgánica múltiple y terminó muriendo el 01 de abril de 2021 a las 02:39 am, siendo una cifra más de esa pandemia.
Marinette había estado al pendiente de su teléfono todo el día, esperando noticias de su hermana, su otra mitad. Era el primer año que estaban separadas desde que nacieron. Necesitaba verla, quería estar con ella. Observó su reloj, eran las 02:30 am, al día siguiente tenía clases desde las 07:00 am y no podía falta, claro que eran en línea, pero tomaban lista de asistencia y tenía que ponerse frente a una cámara. Volvió a observar el reloj y un minuto había pasado. Pronto comenzó a sentir una opresión en el pecho que no la dejaba respirar, dolía. Su pulso fue aumentando y comenzó a sudar frío. El tiempo parecía haberse detenido y su cuerpo sentía que parte de sí se moría.
Bridgette.
Marinette sabía que algo estaba mal con su hermana, podía sentirlo. Era una de esas cosas raras que la ficción siempre decía de los gemelos, que ellas nunca habían experimentado. Su pecho dolía cada vez más, eran punzadas tan dolorosas que las lágrimas comenzaron a salir descontroladas de sus ojos. Y así como llegó ese dolor, se fue. Pero Marinette no se sentía bien, había un vacío dentro de ella que no podía explicar. Su reloj marcaba las 02:39 am, una hora que nunca olvidaría.
Marcó el número de su madre una y otra vez hasta que una Sabine al borde de la histeria contestó: -Mi niña se ha ido.
Marinette lo había sabido antes de que Sabine contestara, lo había sentido, Bridgette había muerto. Su otra mitad se había extinguido.
El viernes había llegado sin avisar. Tom, Sabine y Marinette estaban frente a un nicho donde resguardaban las cenizas de Bridgette. 365 días habían pasado desde que habían dejado de ser una familia de 4, desde que se habían roto. Marinette lloró una vez más mientras sus dedos tocaban la textura de las letras que decían: "Bridgette Dupain-Cheng, la estrella fugaz más brillante".
¿Por qué su hermana se había ido tan de repente? ¿Por qué no se la llevo con ella? La había abandonado en medio del caos, toda su vida se encontraba desmoronándose. Sus padres a penas y se dirigían la palabra, Sabine culpaba a Tom de haberle firmado la autorización a Bridgette para hacer voluntariado en el hospital y Tom culpaba a Sabine por insistirle de estudiar en Shanghái. Marinette sabía que no era culpa de ninguno de ellos. Fueron las decisiones de Bridgette las que la habían llevado a ese lugar. Ella siempre fue noble y con un corazón enorme.
¿Por qué no me llevaste contigo, Brid?, lloró en su mente. Se sentía tan sola y tan perdida. Bridgette no tendría que lidiar con la familia rota que había quedado. No escuchaba a cada rato lamentos por lo joven que había sido al morir. No vivía a medias, sintiendo que faltaba su otra mitado, y Marinette la envidiaba tanto por eso.
Sí, sentía envidia por su hermana muerta, porque ella estaba bien donde sea que se encontrara, mientras que Marinette seguía muerta en vida, soportando un mundo al que no le hallaba sentido. Un mundo sin Bridgette.
***
Bien, así comienza este reto, no sé... mi intención era hacer algo soft y luego la nación de la muerte atacó :c
En fin, espero los siguientes capítulos sean menos desalentadores jajajaja
Besos <3
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Umbrella (Felinette Miraculous AU)
FanfictionAbril es el mes Felinette 👑 "Ahora que llueve más que nunca, sabes que siempre nos tendremos el uno al otro, podemos compartir este paraguas juntos." Dice un dicho que siempre habrá un arcoiris después de una tormenta, que cuando la noche está más...