Día 15: Avaricia

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15 de abril, 2007

Emilie Agreste, vestida con un vestido largo primaveral, sostenía una bolsa de regalo mientras que su pequeño hijo Felix de casi seis años, sostenía otra bolsa, que él mismo había pedido llevar. Las gemelas Dupain-Cheng habían cumplido cinco años el lunes, pero por cuestiones laborales, Tom y Sabine habían decidido hacer la pequeña fiesta hasta el domingo.

-Pequeño príncipe- llamó a su hijo de cabellos rubios- ¿Por qué no buscas a las cumpleañeras?

Felix negó con la cabeza.

-Nette – dijo nada más.

-Pero también es cumpleaños de su hermana, mi vida- trató de explicarle. A su corta edad, Felix no entendía aún el concepto de hermanos gemelos, a pesar de Emilie misma tener una hermana gemela, aunque Felix no la había visto desde que tenía tres años.

Marinette y Bridgette estaban en distintos colegios, había explicado Sabine, ya que, a su muy corta vida, ya habían aprendido a intercambiar puestos para salirse con la suya. Y quienes no las conocían bien, podían confundirlas fácilmente.

Era la pequeña Marinette quien estudiaba en el colegio de Felix, y a pesar de estar en grados distintos, parecían inseparables. Felix llegaba a casa con dibujos que la niña le hacía y los pegaba en la pared de su habitación con adoración, como si de un tesoro se tratara.

-Emilie- saludó Sabine saliendo a recibirla. La fiesta se llevaba a cabo en un parque frente al edificio donde el joven matrimonio tenía una panadería que poco a poco se hacía de buena fama-. Me alegro de que hayan podido venir, Marinette está desesperada viendo a la entrada para ver si Felix entra, su papá se la tuvo que llevar a saludar a otros invitados.

Ambas madres rieron ante la ternura que la situación les ocasionaba. Un amor inocente e infantil el que vivían sus hijos.

-¡Feeeeel!- se escuchó un grito a lo lejos, seguido del grito de Tom Dupain llamando a su hija que corría al encuentro del rubio.

Felix desesperadamente se soltó del agarre de su madre y corrió hasta el encuentro con su amiga, quien, al estar frente a él, se sonrojó y le proporcionó un tímido beso en la mejilla, ganándose suspiros de ternura de los adultos presentes.

-Feliz cumpleaños- felicitó el infante entregándole el regalo, mismo que Marinette aceptó con mucha emoción, abrazando la bolsa.

-¿Cómo se dice, Marinette?- preguntó Sabine.

-Se dice "grashash", mami- contestó Bridgette llegando de la mano de su padre.

Felix frunció el ceño al ver a la copia de su amiga. Le resultaba extraño verlas juntas. Eran muy parecidas, pero a la vez tan diferentes... decidió que Nette era más bonita y sonrió relajando su ceño al concluir eso.

Y Felix acertaba al decir que eran distintas. Mientras Bridgette vestía un bonito vestido color morado que Sabine le había comprado, Marinette usaba un vestido similar en color rosa, solamente que ella se había encargado de hacerle un par de modificaciones, como pegarle un par de moños (de los moños que usaba su madre para peinarlas) en los hombros, había tomado un listón grueso de un rosa más obscuro y con silicón lo había pegado a la cintura del vestido como un cinturón. Sabine casi se había puesto a llorar al ver el vestido en ese estado, con un par de cortes en las mangas y un parche en la falda, pero Tom la había tranquilizado y le había mostrado que feliz se veía Marinette presumiendo su "creación" con todos.

El pequeño observó a su madre entregarle el otro regalo a la copia y puso los ojos en blanco. Su madre era tan buena que le compraba regalos a las copias.

Umbrella (Felinette Miraculous AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora