Día 8: Lujuria

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01 de enero, 2025

Otro año había llegado y la gran esfera en Times Square había bajado en medio de gritos y vítores. Entre el tumulto de gente, poco se sentía el frío de Nueva York. El chico a su lado tomó su mano y la acercó para darle su primer beso del año, pero ella lo detuvo en seco.

-James, ya hablamos de esto- suspiró cansada, notando el anhelo en los ojos de su amigo-. No quieras complicar nuestra amistad.

-¿Al menos puedo darte un beso en la mejilla?- preguntó haciendo un puchero, que se veía adorable con su nariz roja por las bajas temperaturas.

-De acuerdo- respondió Marinette rodando los ojos y riendo.

Había conocido a James cuando se mudó de residencia al hacer su estadía en Nueva York del tipo permanente. O al menos hasta acabar la universidad, de eso, hacía casi dos años. James era un estudiante de diseño gráfico que en ese momento, se encontraba cursando un máster en diseño audiovisual. Habían hecho amistad rápidamente y él se había enamorado de ella casi al instante, aunque siempre fue consciente del corazón de la chica perteneciendo a alguien más.

La vio convivir con muchas personas, hacer amigos fácilmente, pero nunca en plan romántico. Era como si moralmente estuviera casada o entregada a alguien, a pesar de que sabía que estaba soltera.
Marinette Dupain-Cheng no podía decir que no se sentía atraída por otros chicos, vaya, hasta una chica le había generado inquietud en algún momento, todo físico para aclarar, pero en su corazón solamente cabía el nombre de Felix Agreste, quien sería su amor eternamente, incluso si pasaban meses sin verse, como era el caso actual.

En los últimos dos años, únicamente se habían visto entre cinco y seis ocasiones, durante el cumpleaños 21 de Marinette, que Felix había viajado a Nueva York para estar con ella, después Marinette había regresado a París al finalizar el semestre, únicamente para mudarse a Nueva York cuando el IP le extendió la invitación de concluir sus estudios  con ellos.

Llegó a París justo para la ceremonia de graduación de Felix y pasaron juntos la mitad del verano, hasta que Felix recibió una oferta de trabajo en Holanda, y sus caminos se separaron incluso más. Nuevamente se vieron antes de que el 2023 concluyera, cuando Felix realizó un viaje de negocios a Washington, D.C., y Marinette logró acomodar sus horarios para escaparse el fin de semana con él.

Nuevamente se vieron para el cumpleaños 22 de Marinette, viajando ambos a París, y disfrutando de una semana juntos. Para el cumpleaños 24 de Felix, ella había viajado a Holanda para darle una sorpresa y se dedicaron a viajar desde Ámsterdam hasta Suiza, pasando por Bélgica y Luxemburgo. Ya en suiza, Marinette regresó a Francia para despedirse de sus padres y regresar al que sería su último año estudiantil en Nueva York.

De eso hacía ya casi medio año, no habían tenido más oportunidades de verse, y a veces la fe de Marinette flaqueaba. El que ella volviera a París en medio año, no significaba volver a estar con Felix, él tenía su residencia fija en Ámsterdam y ella no tenía planes de irse de París nuevamente.

Ambos sabían al inicio que sería difícil, pero no creyeron que seis meses se transformarían en casi tres años.

Decidió declinar la oferta de James sobre una fiesta en SoHo, de algún periodista famoso y se dirigió a su apartamento, el apartamento de Emilie Agreste que amablemente le había ofrecido ella directamente cuando supo que pasaría más de seis meses en ese lugar. James trabajaba como mesero en un restaurante sobre la misma calle, así había sido como lo conoció.

Tomó su teléfono e inició una videollamada, dos tonos después, el rostro adormilado de Felix apareció en pantalla completa.

-Feliz año, gatito- fue lo primero que dijo, ganándose una sonrisa del rubio.

Umbrella (Felinette Miraculous AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora