CAPÍTULO 17

78 6 6
                                    

Los pocos días que faltaban para acabar la semana han transcurrido bastante mejor de lo que pensaba. Pese a haber estado reflexionando constantemente en mi pequeño, o no tanto, dilema, he conseguido esquivarlos a todos de una forma u otra. Y a las chicas también. Pensaba que Bea sería un problema a la hora de procurar no verla, pero ha sido la más fácil de evitar. Se ha pasado los días enteros fuera. No la he visto desde la cena en la cafetería con las chicas. Y no podría importarme menos.

Y por fin, aunque puede que luego me arrepienta, es viernes al mediodía. Al ser el primer viernes de universidad no hay clases por la tarde, cosa que me da absolutamente igual porque no hubiera ido por mucho que no hubiera sido así.

De hecho, sería mejor si la gente estuviera ocupada porque de esa forma estaría segura de que no me cruzaría con nadie o, al menos, con los hermanastros.

Comienzo a preparar una bolsa para llevarme a casa. No necesito demasiado, solo son dos noches, si es que no me canso y vuelvo antes o viceversa, es decir, que de lo que me canse sea de este lugar y prefiera estar en casa.

Llaman a la puerta.

- Está abierto.

Así que ya vuelve Bea...

- Hola, Lara. - Sonríe tímidamente Sara.

¿Sara?

- ¿Sara?

- Sí, soy yo. Es que...

- Si es por Bea, no sé nada de ella.

- No, no es por Bea, es por ti. Por mí. Por nosotras.

No sé de qué me habla.

- El otro día me besaste. - Vuelve a bajar el tono de voz.

Joder, joder... Es verdad. Había estado tan centrada en los cuatro chicos que este tema se me había pasado por alto.

- Eh... sí. Olvídalo. - Le aseguro totalmente despreocupada.

- ¿No le das más importancia?

- No insistas Sara, no tiene ninguna importancia.

- Pues para mí sí que la tiene.

No lo había pensado. ¿Es lesbiana? ¿Bisexual?

- ¿Y eso? - Es la forma más discreta de preguntarle por su orientación sexual.

- Pues... - Parece algo avergonzada, sobre todo porque está más roja que una cereza. - Es que yo nunca había dado un beso.

¿Y? ¿Qué me quiere decir con eso? A mí no me incumbre. Me alegro por ella. No sé qué quiere que le diga.

- Me refiero a que tú has sido mi primer beso.

- Vale.

- ¿Vale?

- Sara, no ha significado nada. No le des más vueltas. Lo hecho, hecho está. Ya puedes irte, tengo cosas que hacer.

- ¿No lo entiendes? - Me pregunta triste.

- Pues mira, sinceramente, Sara, no. No lo entiendo.

- Es mi primer beso. El primer beso de alguien es algo importante.

Pues me acabo de enterar. Esta chica sí que ha visto películas. Es solo un beso. Ni siquiera recuerdo mi primer beso. Aunque tampoco el último... o eso me gustaría.

- Confía en mí, ese beso fue una estupidez y no es demasiado relevante eso de "el primer beso". Está sobrevalorado.

- Pero entonces, ¿por qué lo hiciste?

Todas las razones por las que te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora