CAPÍTULO 34

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Meses. Han pasado meses y aún no ha vuelto Bruno. Sigue exactamente igual que el primer día. Bueno, no tan exactamente, pero algo así. Lo que sí que ha cambiado ha sido mi entorno. Y yo.

Para empezar, Sara y Juanjo están oficialmente juntos. Hacen una bonita pareja y me alegro por ellos. Lo que pasa es que es una de las causas por las que ya no los veo tanto. Y... odio admitirlo, pero lo echo de menos, sobre todo a la pesada de Sara.

Deja que me explique. Geray se ha estado metiendo en problemas constantemente, le han pasado muchas cosas raras y seguro que no sé ni la mitad de ellas, pero todo comenzó pocos días antes de aquel disturbio en el pasillo. Juanjo, como buen amigo suyo que es, le ha estado acompañando en todo este largo trayecto de medicinas y terapias, entre otras cosas. Y Sara... Sara, como buena novia, ha ayudado a Juanjo y, por lo tanto, también a Geray. Así que ellos han formado algo así como un grupo.

Maikel sigue aquí y está claro que nuestra relación ha cambiado, pero también lo está que jamás volverá a ser como antes. De vez en cuando salimos a hacer alguna cosa juntos, pero siento que falta algo. Además, él también tiene pareja. Es una chica de la misma Universidad, pero no sé nada más de ella. Eso también ha afectado a nuestra... ¿amistad?

Por otro lado está Liam. Ai, Liam... Desde aquel día que atracaron el Drinkaraoke lo siento más cercano, mejor. Que, por cierto, al final el tema de aquella noche sí que surgió con los padres, cómo no. Por la televisión salió la noticia del atraco, los periódicos no se quedaron atrás y las redes sociales tampoco ayudaron a guardar el secreto. Mi madre me bombardeó a mensajes, preguntándome si habíamos ido a aquel local al que solía salir con Maikel cuando sucedió todo. Me explicó que hubo un atraco y, como es mamá, no pude mentirle, así que le conté toda la historia, toda la verdad, y se quedó pasmada.

En fin, lo que iba diciendo. Desde entonces mi relación con Liam es distinta. Sobre todo después de lo de Bruno, que se quedó conmigo. De los tres que estuvieron a mi lado durante una larga temporada, él es el único que se ha mantenido a mi lado.

Pero tampoco es genial. Cuando yo empecé a sentirme mejor tanto conmigo misma como con el mundo, él comenzó a luchar contra su propio ser. Insistió en que lo que le ocurrió a Bruno fue culpa suya porque fue él el que consiguió las entradas VIP para el partido, donde acabó sucediendo la gran tragedia. Tampoco ayuda el hecho de que sea su primo y le tenga cierto amor fraternal que probablemente ninguno de nosotros entienda. Así que sí; Liam no está en su mejor etapa.

A lo largo de estos meses no he seguido con las notitas a Sofía. Aquella que le entregué a su hermana Magdalena, la Sofía amable, fue un verdadero fracaso. De alguna forma supo que no era Bruno el que le hablaba mediante esas cartas y descubrió que era yo. No sé cómo y no es que me interese demasiado saberlo, pero seguramente Magda tuvo algo que ver. De todas formas, no le di excesiva importancia y al parecer ella tampoco, porque unas semanas después me la encontré por la calle cogida de la mano de Marcos. Sí, sí... Ese Marcos. El del libro. El que me robó el móvil solo para conseguir mi número.

Justo cuando los vi se iban a despedir, de modo que tras aquel largo beso que pude divisar a la perfección a tan solo unos metros de distancia, me acerqué a él y entablamos una conversación de lo más interesante.

- Así que Sofía... La del libro. - Afirmé, aunque realmente era una pregunta camuflada. El plan perfecto para que alguien te confiese la verdad.

Asintió, algo sonrojado.

Y entonces me di cuenta de que no tenía ni idea de quién era el escritor de esa historia y quería saberlo.

- ¿Quién es ese amigo tuyo que la escribió?

Todas las razones por las que te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora