¿Como te sentirías si un día te levantas y no te encuentras en la comodidad tu hogar?
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Estaba en un profundo y hermoso sueño donde mi platónico de la universidad me invitaba a salir cuando de pronto despierto por el fuerte golpe que sentí al caer al suelo.
Lo que no tenía idea es que en un abrir y cerrar de ojos mi realidad cambió por completo.
-Fruncí el ceño mientras me quejaba del golpe, al parecer caí dormida de mi cama. Aún dormida volví a mi cama, mi madre todavía no me despertaba para ir a la universidad significaba que era aún muy temprano por ende seguiría durmiendo un rato más, sin embargo, al tocar aquella cama no era precisamente dura ni tampoco incomoda como bien la recuerdo.
Abro los ojos de prepo encontrándome sobre un somier inmenso demasiado cómodo y ni hablar de las almohadas y las sábanas que se veían carísimas.
¡Ni con 20 trabajos podría lograr pagar toda la habitación! Todo y cada detalle del lugar se resumía en una sola palabra: lujo. Y claramente mi hogar era todo menos eso.
Pasé tiempo recalculando donde carajos estaba y como llegué aquí, ni siquiera había bebido una jodida gota ni mucho menos salido de mi casa ya que al otro día tenía Universidad a primer ahora del día.
¿Acaso estaba en uno de esos sueños como salían en las películas, donde estabas atrapada en un sueño maravilloso y había un asesino serial que te acechaba y para salir del sueño, debías sobrevivir? Rápidamente moví la cabeza quitándome esas ideas absurdas, ver muchas películas de terror evidentemente estaban afectándome.
Luego recurrí a pellizcarme el brazo para comprobar que esto era real y no solo un sueño.
-Auch. - me queje luego de pellizcar, eso fue doloroso.
Pude notar que mi pijama de conejitos no estaba ¡No tenía puesto mi pijama de conejitos! En su lugar traía puesto un ceñido camisón negro de seda. Dios, ¿desde cuándo tengo tanto busto? O por dios, ¡mi cuerpo no es mi cuerpo ok... estaba comenzando a entrar en pánico y eso que me prometí no hacerlo. me levanté de un tirón eso fue el colmo de todo.
Caminé hacia el espejo más cercano ¡¿dónde había un jodido espejo cercano?
Había dos puertas... abrí la primera que daba a un extenso y lujoso pasillo. No.
Abrí la segunda puerta, ¡bingo! exclamé internamente. Entre y casi se me cae la boca, si la habitación anterior era un lujo ¡imagínense el maldito baño! Ser de un país tercer mundista traía estas reacciones, no me juzguen.
-Mierda, ¿en qué lio me metí? Y lo peor es que no recuerdo como llegué aquí. ¿Y si estaba durmiendo, me drogaron y trajeron aquí? - pensé preocupada con la mano en el corazón preocupada. - seguiré teniendo todos mis órganos? - esa pregunta fue la que más me preocupo, pero al no sentir ninguno dolor supuse que estaba todo en su lugar.
