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"Le dije vas a tener que elejir si me quieres a mi o si la quieres a ella"
"No me amabas, por que uno no destruye a la persona que ama"
📍Miami, Florida
Narra __(tn):
Estaba lavando los platos , cuando siento la vibración en el bolsillo trasero de mis vaqueros. Me quité los guantes de limpieza y de inmediato lo saqué del bolsillo y miré la pantalla.
El nombre de David brilla en ella, mi corazón palpito de un momento a otro mientras que la sonrisa traicionera aparecía en mi rostro.
No importa cuanto tiempo haya pasado viendo como idiota su nombre, pero es que siempre me provocaba reacciones extrañas en mi. El teléfono comienza a vibrar nuevamente informándome la llamada.
El nombre del futbolista brilla sobre los iconos de "aceptar o rechazar", y por un instante cnsidero la posibilidad de no responder. Aún seguía enojada por las vacaciones a las que fue con su esposa...
Pero sé que no estoy enojada con él sino conmigo misma, enojada seguir con él aún sabie do que tiene esposa y una familia, por seguir creyendo y teniendo la ilusión que un día de estos me va a llamar y me va a decir que se divorcio... que finalmente vamos a estar juntos para siempre.
Que por más que intentará no hablar con él en absoluto y desaparecer de su vida de una vez por todas, tal como su mujer una vez me lo había exigido exaltada en una llamada por medio de un teléfono desconocido... no podia... no podiamos.
La parte de mi que esta ilusionada hasta los huesos, la parte de mi que pide, que ruega que no lo deje por que lo amaba, lo amaba y mi lado tan egoísta me prohibía la idea de sólo pensar en dejarlo.
A mi corta edad de 25 años mi estado emocional dependía de un hombre, un hombre de casi 50 años que conocí hace no más de dos años y que desde entonces habíamos pasado por cosas tanto buenas como malas .
Mentiría si dijero que no me hirió... que no me hiere mucho, sin embargo mi sentimiento por el siempre estaba intacto. Su forma de ser tan cariñoso, atento, pulcro, compañero y muy organizado me encantaba me tenia bajo un embrujo del cuál no quería escapar.
Cierro los ojos unos instantes, antes de contestar. Me obligo a desliza el dedo por la pantalla y llevarme el telefono a la oreja.
