Luego de quedar afuera de la Copa del Mundo con su Selección. Darwin Nuñez, su novia __(tn) junto a su hijo Junior , deciden ir de vacaciones a Ibiza para desconectarse del mundo y de los medios de comunación, los cuales sólo lo criticaron y se burlaron de su desempeño en la selección.
El dolor de no haber conseguido llegar a la final y quedarse afuera de el, en fase de grupos era inmenso y necesario de procesar .
Llevaban el peso de un país completamente destrozado y también muy sentido debido a que es el último de Luis Suarez, Godin, Edinson Cavani entre otras figuras no menos importantes de la Selección Uruguaya .
Haber perdido la Copa mundial es un dolor muy grande en el alma que perdura por muchos días, meses incluso años en algunos casos.
Ibiza
5 de diciembre de 2022
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Narrador omnisciente:
La noche era cálida y oscura, no había ni un alma en las calles de Ibiza y eso que era ideal para pasar una velada romántica el clima se prestaba para mucho más que solo ir a dormir.
Darwin y ___(tn) habian aprovechado de que su hijo estaba durmiendo para recorrer la playa, iban caminando de la mano en silencio todavia levaban ese dolor en el pecho que paso a paso y con ayuda de ese lugar podrían lograr superarlo, eso sí, siempre juntos.
___(tn) se detuvo justo a la orilla y comenzo a jugar con sus pies en el agua mientras Darwin la miraba atentamente con una chispa en sus pequeños ojos preciosos.
Ella lo noto muy apagado y como para no estarlo, sin embargo intento animarlo hablando de varias cosas como por ejemplo de como se conocieron y del nacimiento de su pequeño hijo años atras. Sin dudas fue una de las charlas más profundas que habían tenido.
Narra __(tn):
Nos sentamos en una manta arriba de la arena, en un rincón un poco apartado de todo. Se escuchaban los autos de fondo pero no nos importó.
-Que linda que está la noche -dijo Darwin tras un suspiro y me abrazó recargando su cabeza sobre mi hombro.
-Lindo que todo esto estemos haciéndolo juntos -le dije sonriéndole. Le devolví el abrazo y lo besé apasionadamente.
-Te necesito.- rogó Dar , se notaba vulnerable y necesitaba olvidarse aunque sea por unos minutos el dolor latente de su corazon y los recuerdos dolorosos que había vivido. - te amo.- dijo entre besos, yo sonrei durante el beso.
Nos envolvimos en un beso más profundo y salvaje que cada vez se tornaba más excitabte de esos que las lenguas se enredan y juguetean sin cesar.
Comencé a sentir como subía la temperatura y eso me gustaba mucho. Darwin comenzó a subir sus manos por mi cuerpo, llegando a tocar mis senos. Jugaba con mis pezones, los acariciaba y empezaba a pasar su lengua por ellos. Era un placer exquisito y la idea de que alguien pudiese vernos me excitaba muchísimo.
Lo toqué por debajo del pantalón y sentí su verga dura y húmeda, era perfecto. Estaba muy caliente.
Me sacó el short y me recostó. Introdujo su pene erecto dentro de mí. Jadeé y suspiré, me volvía loca todo lo que ocurría en ese instante. Éramos fuego a punto de estallar.
Mi vagina estaba mojada. Darwin estimulaba mi clítoris mientras me cogía despacio, suave, lento.
Podía oír nuestras respiraciones aceleradas mientras se alborotaban nuestras lenguas, quienes se encontraban en un beso interminable, en una especie de baile continuo rozándose y lamiéndose la una con la otra.
Se salió de mi para luego continuar tocándome. Lo hacía con sus dedos, me masturbaba y yo sentía que el mundo dejaba de existir. Introducía sus dedos en mi concha mojada, era capaz de hacerme tocar el cielo sin necesidad de llegar a él. Jugaba con mi clítoris y eso hacía que me retorciera de placer.
Comencé a masturbarlo lo suficiente para que acabara. Podía ver su cara de placer, le gustaba mucho. Estaba caliente, muy caliente y eso era algo que me volvía loca.
Oímos ruidos, parecía a lo lejos ver que había alguien viniendo hacia nosotros. La adrenalina del momento nos llevó a excitarnos aún más, tanto que cuando quisimos darnos cuenta explotamos de placer.
Estaba mojada, acalorada. Y él también.
Nos pusimos rápidamente la ropa. Él su pantalón, yo mi short.
Veíamos como se acercaba la gente de a poco al lugar en el que estábamos mientras nosotros tomábamos una cerveza y nos abrazábamos otra vez.
-Me gusta estar acá contigo -le dije al oído mirándolo con dulzura y una sonrisa pícara. Acto seguido me besó la frente.
Mientras estemos juntos, todo estará bien.
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Fin
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