Ᏼꭺꭱꭲꭼɴꭰꭼꭱ || 𝑹𝒐𝒎𝒂𝒏𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔

6. (+18)

— ¡Encuentren a Natasha! ¡Busquen hasta por debajo de las piedras!

James alterado gritaba órdenes, nisiquiera recordó a la rubia con la que había estado antes, cegado por la ira decidió entrar a su auto y dirigirse a una de sus casas de seguridad sin dejar de recordar las palabras de Stark.

Ese maldito hijo de puta había regresado a fastidiar su existencia.

— ¿Llamo a tu padre? — uno de sus hombres decidió preguntarle.

— No, yo más tarde lo hare — James movía el pie desesperado sintiendo su ansiedad apoderarse de él, no dejaba de ver por la ventana, con brusquedad sacó un cigarrillo de su saco encendiendolo para tratar de relajarse.

— Contacta a Daisy y a Mara, que las lleven a la casa, necesito distraerme.

— Pero James, tu prometida...

— ¡Maldita sea Zake, obedece!

•

Natasha había caído dormida en el sofá, Steve la había cubierto con una manta mientras en silencio velaba sus sueños, Vladio por su parte logró contactarse con su jefe, el padre de Natasha quien de inmediato le ordenó esconder a Natasha, el hombre sabía que ella estaría bien con aquel bartender por lo cual decidió encubrirlos.

— Natasha esta segura con usted, pero si no le molesta me quedaré afuera vigilando, al amanecer podré llevarla de vuelta a su hogar.

— Puedo llevarlos yo — Steve se ofreció recibiendo una negativa del hombre.

— No se preocupe, no quiero exponerlo.

Steve confundido frunció el ceño.

— ¿Tan grave es? Pero si sólo fue un intento de asalto.

— La señorita proviene de una familia muy rica y poderosa, su seguridad siempre ha sido violentada — Vladio observó a Natasha dormir, afligido suspiró — no me lo perdonaría si algo le llegara a suceder a usted.

Steve asintío.

— En lo que pueda ayudar por favor señor.

— Vladio, llámeme así.

Ambos hombres estrecharon la mano.

— Gracias Vladio, llámame Steve.

•

— Una sola cosa te pedi James, mi hija es mi tesoro más preciado y fue lo primero que descuidaste.

Alexei Romanoff había llegado hasta la casa de seguridad de James furioso y desconcertado al saber que su hija había sufrido un atentado y su prometido no había velado por su paradero, en cambio lo encontró follando como animal con dos mujeres las cuales salieron despavoridas de la habitación al ver al hombre entrar con un arma apuntandolas.

— Alexei, querido, tu hija está bien, ese tal Vladio la cuida.

El hombre disparó hacia la cama haciendo que James saltara del susto.

— No se que haría sin Vladio, él no es un inútil, olvidate de mi hija por unos días la mande a esconderla unos días mientras me cuentas quien demonios es Stark y que trae en contra tuya.