Ᏼꭺꭱꭲꭼɴꭰꭼꭱ || 𝑹𝒐𝒎𝒂𝒏𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔

22.

Natasha perdió el conocimiento al ser arrojada al interior de aquel auto, sus captores habían logrado sofocarla y dormirla.

No supo cuanto tiempo estuvo inconsciente, molesta abrió sus ojos al sentir los rayos del sol aturdirla por completo, intentó cubrirse sus ojos con sus manos pero para su sorpresa estaban sujetas a una cuerda que estaba amarrada en la cabecera de la cama en la que se encontraba, inútilmente intentó zafarse llamando la atención del hombre que había estado velando su sueño.

Tony Stark sonrió satisfactoriamente al ver a aquella bella mujer a su merced, sin duda era mucho más hermosa en persona ya que sólo la había visto en fotografías, sus curvas atrayeron toda su atención ignorando que Natasha se había quedado estática frente a él.

— ¿Quién eres? ¿Sabes que vendrán por mí y van a matarte?

Natasha lo miró desafiante, ocultando bajo aquella máscara de indiferencia todos sus temores, además de que se sentía intimidada por aquel desconocido, tantos escenarios trágicos cruzaron por su mente sintiendo un escalofrío.

— Primero te mato a ti querida, sería la venganza perfecta — Tony chasqueo la lengua, se levantó de la silla donde estaba sentado y se acercó despacio hasta la cama donde se encontraba su presa, se sentó a su lado posando una de sus manos en la pierna de la mujer quien intentó rechazar su tacto siendo sujetada con fuerza por él — Barnes asesinó a mi mujer y a mi hijo, así que lo justo es matarte a tí, pero antes podemos divertirnos linda.

Natasha sintió sus ojos aguarse y una desesperación apoderarse de ella temiendo lo peor.

•

— Stark la tiene, me llamó hace unos minutos, dudo la recuperemos.

James sin parecer importarle su esposa terminó su trago ante la mirada de Clint y de Steve; este último se estaba conteniendo demasiado en pegarle un tiro en la frente, se encontraba incrédulo por la nula reacción de este.

— Su esposa está en peligro señor, sabemos de lo capaz que son los capos de dañar...

— Lo sé Clinton...

— Por eso señor, debería de negociar, quizá Stark quiera más rutas...

Clint se quedó callado tan pronto como Barnes lo apunto con una de sus armas provocando que Steve y Vladio lo retaran de igual manera con sus armas.

James soltó una carcajada al ver tal reacción.

— No voy a darle nada a ese imbécil, mejor pónganse a trabajar y traiganme a mi esposa viva y completa, ustedes la perdieron, tienen cuarenta y ocho horas si no quieren terminar con una bala en la frente, ¡Ahora largo! Agradezcan que no me deshice de ustedes.

James sutilmente los echó de su despacho, Steve apretó sus nudillos caminando a la salida pero la voz de James llamándolo lo detuvo.

— Rogers necesito hablar contigo.

James se recargó sobre su escritorio mientras Steve se quedaba de pie en medio del salón.

— Por alguna extraña razón me caiste bien, tuve un buen presentimiento sobre tí, aunque nos conocimos en una situación nada normal, en este mundo es muy difícil confiar, todos terminan traicionando pero quizá tu y yo seamos buenos aliados, te he investigado y no se porque me recuerdas a alguien de mi pasado, aunque no tengo del todo claro...

Steve bajó la cabeza al escucharlo, no había duda de que quizás James era su amigo de la infancia, aunque su inocencia había quedado en el pasado.

— La señora Natasha es mi prioridad Señor Barnes, si me disculpa debo ir a buscarla — Steve trató de sonar cómo todo un profesional.

— A lo que iba es que confío en tí, tráeme a mi mujer con vida y quizá te ganes un puesto de mayor rango a mi lado, pide lo que quieras Rogers y lo tendrás — James soltó quedando un poco sorprendido de la facilidad en la que confiaba y estaba dispuesto a complacer al hombre, sabía que tenia agallas, por lo cual lo necesitaba a su lado.

— Estoy a sus órdenes señor.

— Llámame James, Steve, ahora eres uno de los míos.

•

Natasha estaba desesperada, después de vaciar su estómago en el retrete decidió acurrucarse en el sofá de la habitación donde se encontraba rehén, a pesar de que aquel hombre la había amenazado de muerte parecía que de la noche a la mañana quería complacerla, la desató de sus manos, le proporcionó ropa, comida y algunos lujos sin dejar de tenerla vigilada; las palabras del castaño narrandole como su esposo habia asesinado a su mujer embarazada le erizaba la piel, al final de todo James era un sádico y asesino, Natasha sabía que vivía en un peligro constante a su lado; una de las mucamas le llevó la cena obteniendo una negativa suya, todo el día tenia ascos y mareos; el encierro la estaba volviendo loca.

— Estas rosas las manda el señor Stark, son hermosas voy a ponerlas en agua.

La mucama arreglaba la habitación de la rehén quién la ignoró por completo mientras trataba de descansar, pero su mente comenzaba a jugarle sucio, temia estar embarazada.

Steve por su parte recorrió toda la ciudad, atacaron varios puntos de venta de Stark sin encontrar nada hasta que decidió llamar a Sam, necesitaba ahora con urgencia que lo llevara hasta a Stark y rescatar a Natasha.

Después de evadir a Clinton manejó hasta un muelle de comercio donde Sam intrigado lo esperaba.

— Entonces Stark tiene a tu mujer, que es la mujer del tal James que crees es nuestro amigo de la infancia el cual es un asesino narcotraficante...

— Sam quizá no estoy seguro.

—  Esto esta jodido, todo por una mujer.

Steve lo miró de mala manera, acarició el puente de su nariz enfrentando a su amigo.

— Amo a esa mujer y no merece pasar por todo esto y sobre James, Sam es nuestro amigo.

— Lo fue Steve, en pasado, ese tipo es un maldito y frío calculador, estoy seguro tiene comprados a muchos oficiales y autoridades, día a día su guerra contra Stark crece, su mujer es una pieza más del ajedrez, te llevaré hacía él como lo prometí, pero no te garantizo nada.

Steve maldijo en silencio.

— Tomaré a Natasha y me la llevaré lejos de aqui, mate a quien tenga que matar.

¿Tony es malo o bueno?

¿Huelo a bebé?

Nos leemos pronto, me urge acabar esta historia porque se viene puro caos y no quiero que sufran, bueno... Poquito

04 Noviembre 2022