Natasha acomodó la peluca rubia que por fortuna seguía guardando entre sus pertenencias, observó a los guardias de James custodiar su edificio, Vladio y Clint fumaban en el balcón mientras creían que ella dormía, sabía que ninguno de ellos molestaría su sueño.
Tomó su móvil y su bolsa y salió del apartamento, corrió deprisa por la escalera de emergencia, confiaba en que la peluca y la ropa que vestía la hacían ver diferente, diviso una puerta de servicio y salió de ella hacía la calle trasera donde tomó un taxi con destino a Brooklyn.
Steve atendía su bar como todas las noches, platicaba con los comensales, vigilaba a sus trabajadores tratando de despejarse; había pasado una semana sin ver a Natasha con quien hablaba en ocasiones por poco tiempo, en vez de tranquilizarse al escucharla solía terminar más preocupado.
— Un vodka doble y unos besos del bartender por favor — Natasha logró captar su atención haciéndolo sonreir de una manera que la volvió loca.
El bartender aclaró su garganta y sin importarle que el recinto estaba abarrotado la atrajo hacía él besando sus labios.
— Eres rubia.
La mujer soltó una carcajada, acarició las mejillas del hombre quien tomó sus manos para besarlas.
— Dame un segundo nena.
Natasha asintío, bebió el trago que Steve dejó en la barra mientras el hombre daba algunas indicaciones y se deshacia de su mandil.
— Eres preciosa.
Steve susurró en su oido despues de abrazarla por detrás.
— Vamos a mi oficina.
Natasha asintío, tomó su bolso, tomó la mano de Steve y se dejó llevar hasta la planta alta, al entrar a la oficina fue acorralada por el hombre quien hambriento de ella la besó con arrebato mientras sus manos acariciaban su ropa por encima de su costoso vestido.
— Yo tambien lo extrañe Señor bartender — Natasha mordió el labio del hombre mientras acariciaba el miembro del hombre por arriba del pantalón.
— Natasha....
Su nombre en los labios de Steve la volvían loca, traviesa y sin tapujos tomó la mano de Steve guiandola a su entrepierna, lo ayudó a hacer a un lado sus bragas y se dejó masturbar por él mientras ella le devolvía el favor.
El calor de sus cuerpos traspasaba sus ropas, Natasha disfrutó desnudarlo poco a poco, traviesa lo guió hasta el sofá donde sin dejarlo reaccionar se montó arriba de él llevando su miembro dentro de ella.
Ambos gimieron ante el delicioso contacto que les nublo el juicio, Steve la despojó de su vestido dejandola desnuda arriba de él, besó sus labios carnosos, su cuello hasta llegar al par de senos generosos que reclamaban atención de su boca mientras Natasha gemia sin dejar de montarlo.
— Te extrañé.
La mujer melancólica lo besó mientras él preso de sus deseos la sujetó con fuerza embistiendola una y otra vez haciendola gemir sin tregua.
— ¡Si Steve, si!
Natasha jalaba el cabello del hombre quien decidió quitarle la cabellera rubia que obstruia su verdadera belleza.
— Mi pelirroja — Steve acarició el cuello de Natasha quien en un acto atrevido apretó su cuello con la mano del hombre y la suya a la par que el ritmo de las embestidas se tornaban demenciales.
El fuego que los consumía parecía no sofocarse por lo cual decidieron seguir quemándose juntos en ese momento olvidandose de todo.
•
— Debo irme.
Natasha sonrió levemente tratando de no llorar frente a Steve quien se mostraba serio, lo abrazó besando su mejilla sintiendo cómo él poco a poco le correspondía.
— Al menos déjame llevarte a casa.
La mujer negó.
— Te aviso cuando llegue, lo juro.
Steve no se encontraba tan pensativo.
— Quiero verte pronto, no conoces Central Park y quiero llevarte a conocerlo.
Natasha asintío tratando de disimular su decepción, estaba segura que aquel paseo no sucedería, pero de nueva cuenta sería capaz de arriesgarse.
— ¿Que te parece pasado mañana? Yo misma llegaré hasta aqui, justo al mediodía.
Las palabras de Natasha hicieron sonreir ampliamente a Steve quien emocionado asintío.
— Eres tan misteriosa, pero me encantas — te veo pasado mañana.
Natasha besó sus labios una última vez antes de detener un taxi.
— Nos vemos señor Bartender.
Steve se despidió con un asentimiento de cabeza, se cruzó de brazos viendo el trayecto del auto hasta que desapareció de su vista, intrigado decidió mandarle algunos mensajes a Natasha para pedirle avisara cuando llegara, sabia que sin seguridad ella corría peligro y se lamentó no haber insistido en llevarla a casa.
•
— Aqui esta bien — Natasha habló haciendo que el taxista se detuviera dos cuadras antes, pagó sin pedir cambio y se bajó deprisa por la calle semioscura, el frío de la ciudad calaba en todo su cuerpo, corrió deprisa observando como poco a poco llegaba hasta su edificio, sonrió para sí misma al sentirse triunfadora pues ni Vladio ni Clint la habían buscado, rogó no la descubrieran llegar, pero antes de abrir la puerta trasera de servicio escuchó diversos automóviles frenar abruptamente, horrorizada intentó abrir la puerta vieja hasta que unos brazos fuertes la sujetaron arrastrandola hacia uno de los vehículos, gritó desesperada mientras pataleaba y trataba de lanzar golpes en vano, bruscamente fue arrojada a una camioneta donde dos hombres la sujetaron con fuerza tratando de amagarla.
— ¡Sueltenme hijos de puta!
La joven desesperada observó como se alejaban del edificio donde vivía, golpeó a uno de los hombres recibiendo una fuerte bofetada para después ser inyectada con un sedante, el cuerpo de la mujer cayó inerte sobre el asiento.
— Stark, tenemos a la mujer...
F por Steve y su cita.F por Natasha.
F por James.
¿Que pasará?
23 Mayo 2022
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Ᏼꭺꭱꭲꭼɴꭰꭼꭱ || 𝑹𝒐𝒎𝒂𝒏𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔
Fanfiction𝐸𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑗𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑝𝑒𝑙𝑖𝑔𝑟𝑜𝑠𝑜, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑜 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜. Historia Romanogers inspirada en "Bartender" de Lana del Rey. Se prohíben adaptaciones o plagio. Gabriela Bueno ®