— Se desató una puta guerra.
James estampó con furia su puño contra una pared cercana al ver videos provenientes de América donde se podía ver cómo sus sicarios eran asesinados y su mercancía robada por Stark; Wanda lo observaba expectante esperando algún movimiento. Era lo único que faltaba para seguir arruinando su noche; después de deshacerse de quienes intentaron asesinar a su esposa decidió refugiarse en una de las casas de seguridad de su padre donde por suerte sólo se encontraba Wanda.
— En América y aquí, no puedo estar en paz ni un sólo maldito día y mi mujer fue atacada y nadie pudo defenderla, encima Stark sigue jodiendo.
Todos los presentes en la habitación lo observaban con miedo, algunos esperaban su final pero no sucedió.
— Contacten a Carter, quiero que sobornen a cada puto policia de New York, necesito gente a mi lado, hemos tenido demasiadas bajas — James fijó su vista de nuevo a la pantalla donde el comandante Sam Wilson aparecía liderando un cateo — quiero información a detalle sobre ese hombre, quien es, si es casado, hijos, hermanos, necesito saber su maldito punto débil, ¡Me tiene hasta la madre! Ordenen a Rogers desaparezca del puto mapa con Natasha hasta que yo les pida regresar, que me haga saber si mi mujer perdió a nuestro hijo o no.
Sus hombres salieron de la habitación dejando a los amantes solos, Wanda se abalanzó hacia James quien la acorraló contra la pared estrechandola en sus brazos, sus besos eran desesperados pero a la vez calmaban la ansiedad de ambos.
— Necesitas relajarte cariño, por favor.
Wanda acarició el cabello del hombre quién sonrió por primera vez aquella noche, por alguna extraña razón ella era su calma y su paz; se dejó guiar por la mujer hasta el sofá más cercano, se deshizo de su ropa sucia y se dejó mimar por la mujer a quién acompañó a darse un baño.
La castaña estaba nerviosa, ansiosa y preocupada, ya había llorado toda la mañana después de enterarse de que estaba de encargo; sabía de quién era ese bebé, su prueba más grande del amor intenso que se tenían James y ella.
— A ti te sucede algo.
James conocía a la perfección a su amada, su ceño fruncido cuando se enfurecía, ni hablar del par de hoyuelos que se formaban en sus mejillas al reír; amaba a Wanda más de lo que se amaba el mismo.
— Estás preocupada y es entendible, pero necesito que entiendas que voy a protegerte, por encima de todos, asi tenga que matar a mi padre...
Wanda tembló al escuchar aquello, se había omitido a si misma la existencia de su marido y como este la privaba de ser feliz, suspiró acurrucandose en los brazos de James los cuales la rodearon, juntó sus manos con las del hombre las cuales reposaban en su vientre.
— Estoy embarazada James — Wanda fue breve y directa provocando que James buscara su mirada con desesperación, si bien su esposa le había dicho lo mismo meses antes esta vez si sintió una felicidad plena que lo hizo sonreír ampliamente quitando a Wanda todos los miedos que sentía en ese momento. — Nuestro hijo James, sólo nuestro mi amor.
Wanda se giró quedando arriba de James para abrazarlo y sentirse lo más cerca posible, el hombre besó sus labios de una manera dulce y con parsimonia disfrutando de aquel momento ignorando todo lo malo que los acechaba afuera.
Que el mundo ardiera, a él no le importaba nada más que estar con Wanda y con su hijo; el golpe de la realidad hizo que su sonrisa se apagara al recordar a su padre y a su esposa quién en ese momento estaba sufriendo y él nisiquiera lo sabia.
•
— ¡Tienen que detenerse en un hospital!
— Los llevaremos a las afueras de la ciudad, un avión los llevara al norte de Rusia donde deberan estar escondidos, no podemos detenernos, órdenes de Barnes.
ESTÁS LEYENDO
Ᏼꭺꭱꭲꭼɴꭰꭼꭱ || 𝑹𝒐𝒎𝒂𝒏𝒐𝒈𝒆𝒓𝒔
Fanfiction𝐸𝑙 𝑎𝑚𝑜𝑟 𝑒𝑠 𝑢𝑛 𝑗𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑝𝑒𝑙𝑖𝑔𝑟𝑜𝑠𝑜, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑢𝑛𝑜 𝑠𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑡𝑒𝑟𝑚𝑖𝑛𝑎 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜. Historia Romanogers inspirada en "Bartender" de Lana del Rey. Se prohíben adaptaciones o plagio. Gabriela Bueno ®