ꨄ︎Wolf [Bakutodo]

ఌ︎Capítulo 3

El lobo no parecía estar dispuesto a dejar de admirarlo con aquella mirada que se le hacía extraño que reflejara tantas emociones en ese instante.

Era como.. si se alegrara de verlo.

Pero...

Por qué...?

No tenía ni idea del motivo para ello y, por su parte, no fue capaz de hacer acción alguna para alejarlo o apartarlo de encima suyo, optando por levantar una de sus manos e irla acercando poco a poco hasta la cabeza del animal, temiendo de que este pretendiera clavarle sus afilados colmillos cuando menos se lo esperaba.

Sin embargo, eso en ningún momento ocurrió si no que, muy por el contrario, el lobo dejó que topase su pelaje e incluso hasta llegó a lamer la palma de su mano, provocándole un cosquilleo en esta. Todo permaneció tranquilo entre los dos hasta que la bestia por mero instinto volteó su cabeza en el instante en el que el veterinario pretendía colocarle el sedante.

Aquello provocó que se quitara de encima suyo y a él si le mostrase sus colmillos y empezara a gruñir como señal de advertencia de que debía alejarse, por lo que aprovechó eso para poder levantarse aunque el lobo se había colocado en frente de su persona, impidiéndole seguir..

Era como si lo quisiera proteger..

Esa actitud y comportamiento dejaron atónitos tanto a él como al médico, quien permanecía con la jeringa que contenía el sedante entre sus manos.

-Necesito que lo distraigas o trates de hacer que vuelva a acercarse más a ti -le solicitó el doctor- por su estado podría atacar cuando menos se lo espere pero parece que solo contigo de calma.

Ante eso, supo que no tendría opción por lo que pronto se agachó para estar a la misma altura del animal para poder capturar su atención.

-Ven por favor- le pidió con suave tono, consiguiendo que el lobo se fuera acercando hasta él, notando como el mismo no le demostraba ninguna señal de enojo o molestia, siendo bastante diferente a como actuaba con el veterinario.

Al tenerlo cerca, acunó con delicadeza su rostro entre sus manos, acariciando con delicadeza el pelicenizo pelaje y apreciando como el lobo se relajaba poco a poco, pareciéndole bastante tierno.

Y por ello mismo es que cuando el médico se fue acercando con cuidado para colocarle el tranquilizante, por alguna extraña razón su instinto provocó que lo envolviera entre sus brazos, evitando que aquello sucediera.

-Joven Todoroki, qué es lo que hace? - preguntó un poco exaltado el profesional - Tengo que colocarle el sedante porque es probable que sea capaz de atacarnos a cualquiera de los dos cuando menos te lo esperes.

-Pero.. se lo ve tan tranquilo ahora..-trató de justificarse mas recibió una seria mirada como respuesta.

-Aún así es un animal salvaje. En el momento donde se vea cegado por sus instintos notarás que aquella "calma" que mantiene es solo algo temporal que hasta incluso podría ser una especie de estrategia de ataque. Por ello es que le pido por favor que se aparte de él.