ఌ︎Capítulo 28

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¡Inquieto!

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¡Inquieto!

No sabía el porqué pero desde que el manto de la noche había ocultado los anaranjados tonos del atardecer, comenzó a sentirse de esa manera. No podía siquiera concentrarse o intentar descansar por más que lo deseara, sumado a que hasta su propio alfa interno se encontraba tan alterado, razón por la que sus sentidos se encontraban alerta como si en cualquier instante alguna amenaza estuviera por suceder.

Si bien es cierto, desde lo acontecido con Roki su animal interior tendía a perturbarse, preocuparse, a ser susceptible a molestarse ante cualquier persona que expresase algún comentario enfocado a agredir al de bicolores cabellos, al igual que ser posesivo con el omega a pesar de que su relación se limitaba a la de una amistosa, jamás en todo ese tiempo había llegado a sentirse como en esa noche que hasta el transcurso de los minutos y segundos comenzaba a tornarse en una verdadera tortura.

Ante ello, supo entonces que el seguir en su habitación no era una buena idea por lo que, con el afán de distraerse un poco, optó por marcharse del sitio aunque le fue imposible el no centrar su mirada en la puerta del cuarto cercano al suyo, aquel que le pertenecía a Shoto.

Tras lo pasado con Tomura aquella vez que consiguió adentrarse en el lugar, por su parte, se encargó de ordenar el desastre que había dejado, abriendo incluso las ventanas y el balcón con el fin de que la brisa y el viento se encargasen de llevarse lejos las fuertes y apestosas feromonas provenientes del otro alfa. Además de ello, optó por arreglar cada destrozo que el mencionado había dejado, reparando incluso la puerta y pidiendo al maestro Aizawa el permiso para dejar la habitación cerrada con llave para evitar sucesos como el de Midoriya aunque tuvo que aceptar el hecho de que la policía revisara el sitio en busca de información de utilidad.

Quería que todo estuviese perfecto para cuando consiguiera traer a Roki de regreso..

Esperaba que pasara eso pronto debido a que el flujo del tiempo continuaba haciendo de las suyas y todo apuntaba de que en este punto las únicas personas que recordaban al omega eran los alumnos de la 1A, su familia y uno que otro héroe profesional.

Para el resto era como si nunca hubiese nacido..

Y el hecho de imaginarse en que tal vez llegaría a también olvidarlo dentro de un futuro cercano, se había convertido en el principal miedo que lo atormentaba al grado de hasta ser la causa por la que perdía el sueño entre las noches y todo por el temor de que al despertar, sus recuerdos en torno al menor de los Todoroki se perdiesen por completo.

¡No deseaba que eso sucediera!

Era probable que los demás no lo viesen desde su perspectiva pero, para él, Roki se había convertido en alguien muy importante en su vida, dejando de lado el hecho de los otros sentimientos que desarrolló conforme el tiempo que pasaban juntos. Jamás se imaginó que llegaría a conocer el otro lado de aquel chico que en medio del torneo deportivo no dudó ni dos veces en convertirlo en una estatua de hielo.

ꨄ︎Wolf [Bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora