ꨄ︎Wolf [Bakutodo]

ఌ︎Capítulo 30

El ambiente se tornó tenso de solo oírse aquellas palabras

Nadie quería hacerse a la idea de que uno de los presentes era un traidor y, por su parte, pese a los pocos meses que llevaba en ese tiempo, le costaba el imaginarse de que alguno de los que consideraba sus amigos y familia estuviese actuando de falsa forma.

Si bien es cierto la hipótesis de que había un infiltrado apareció desde el incidente en el que casi fue secuestrado y se resaltó más con lo que Tomura ingresó sin dificultades al palacio, daba por hecho que aquel individuo era alguno de los empleados o caballeros, mas no una de las personas con las que tanto le encantaba convivir durante todo ese tiempo.

De solo pretender adivinar de quién podría tratarse, quedó con un agrio sabor de boca..

Aunque lo que no podía pasar por alto eran las sospechas que todo ello le generaba, al fin y al cabo era demasiado conveniente que Shigaraki estuviera revelando de un instante a otro que existía un impostor cuando en realidad aún podría utilizar a aquella persona a su favor en otra ocasión.

Era como si estuviera sacrificando una pieza de ajedrez para hacer una mejor jugada..

Pero..¿qué quería lograr con eso?

Sea lo que fuere, debía de traer consecuencias beneficiosas para Tomura a largo plazo como para que se arriesgue de esa forma, razón por la que optó por estar alerta y analizar con rapidez más a fondo la situación.

-Vaya.. quien diría que solo tendría que mencionar algo como ello para callar a un salvaje como tú? De haberlo conocido antes me habría ahorrado seguir escuchando tus intentos de insultos -intervino con burlón tono el de albinos cabellos.

-¡Cállate, maldito bastardo! -replicó con rapidez el de rubíes ojos -¡Ahórrate esas palabras, ven y pelea! No creas que pasaré por alto cada una de tus acciones de este día. ¡Desearás haber estado muerto!

Katsuki sin pensarlo dos veces había pretendido el valerse de sus explosiones con la finalidad de poder alcanzar a esa escoria y cerrarle la boca a golpes; no obstante, apenas pretendió realizar aquello, una flecha del mismo tipo que la que atacó a Eijiro fue apuntada hacia sus pies, de tal modo que se vio obligado a enfocarse en esquivar.

Lo peor de ello es que no importaba lo mucho que se prestase atención a los alrededores, simplemente era imposible apreciar aunque sea a lo lejos al arquero, dejándolos ese detalle en gran desventaja, al fin y al cabo solo les quedaba defenderse y esquivar las flechas.

Analizando todo ello y considerando los paralelismos de ese tiempo con el futuro del que venía, solo dos personas de las que conocía podrían ser capaces de una hazaña como esa por el tipo de quirk que les brindaba una puntería excepcional : el primero sería Snipe que considerando la época, tenía sentido que ahora ocupase esa arma en lugar de sus típicas pistolas; sin embargo, aparte de ser uno de los guardias del castillo, fue uno de los encargados de alejar a la gente del coliseo y protegerlos en su regreso al reino, de modo que tendría sentido que fuese él solo si en realidad se tratase del infiltrado en el palacio, aunque por la distancia de la que parecían ser lanzadas las flechas, lo hacía dudar al respecto al superar este el rango que solía emplear ese héroe en su tiempo.