ꨄ︎Wolf [Bakutodo]

ఌ︎Capítulo 36

Su mirada yacía aún embelesada en la luna, cuya brillante luz aún se abría paso entre las cortinas, rodeándolo y otorgándole la calidez y tranquilidad que tanto le hacía falta después de todo lo sucedido en ese día.

En definitiva, había sido como estar en una montaña rusa..

De la gran alegría que poseía ante la festividad, pasó a la preocupación y temor ante la casi pérdida del amor de su vida, luego la ira lo inundó en su respectivo momento para ser después intercambiada por el dolor y la tristeza al creer que su historia acabaría con un destino cruel tras aceptar ese trato y, aunque ahora conocía que estaba a salvo, debía de admitir que necesitaba tener un tiempo a solas en las que pudiera analizar la situación y procesar cada una de las cosas acontecidas, sin olvidar que necesitaba recuperar su perdida calma.

-Shoto..

Aquel llamado lo escuchó de repente a sus espaldas, acelerándose su corazón al reconocer esa voz que sentía que no la había oído hace una eternidad, al fin y al cabo, su dueño no había estado presente en su despertar, imaginándose que eso se debió a que se sentía culpable por lo sucedido.

-Kats.. -expresó en un suave y dulce susurro, disponiéndose entonces a voltear a ver y a tratar de explicarle que lo sucedido fue un accidente y que con el suficiente reposo y el pasar de los días, las cicatrices que ahora yacían en su piel irían desapareciendo.

No obstante, sus palabras quedaron ahogadas en su garganta..

Y es que con solo notar unos cuantos detalles en su físico, supo entonces que ante sus ojos no se encontraba la persona que creía, levantando sus sospechas en esos precisos instantes y estando alerta.

-Seas quien seas, no permitiré que cumplas tu cometido - mencionó con serio tono de voz - Estoy harto de que casi todos me vean como una princesa a la que pueden intentar secuestrar cada que lo deseen así que, por eso mismo, no tendré piedad alguna.

Dichas aquellas palabras, poco tardó en valerse de su mano derecha (ignorando dolor que aún tenía) para congelar el sitio en donde aquel impostor se encontraba, sin sorprenderse cuando apreció que este esquivó el ataque.

-¡Mitad, mitad! No sé  quién carajos crees que soy pero no quiero hacerte daño -expresó aquel usurpador, quien parecía tener las intenciones de acercársele.

-¡Mientes!- dijo alzando su mano izquierda, la cual en breve se vio rodeada por llamas con las que no dudó en volver a atacar al contrario que le costó mucho más el poder esquivarlo en esta ocasión.

Pese a sus esfuerzos por defenderse, era más que consciente de que se encontraba en completa desventaja al verse sus movimientos limitados por sus heridas; sin embargo, estaba dispuesto a valerse de apresuradas estrategias con tal de detener al secuestrador.

-¡Basta! -gritó el otro que, para asombro suyo, no daba señal de pretender defenderse - ¡¿Acaso mi maldita copia barata te lavó el cerebro para que me veas como una amenaza?!