ꨄ︎Wolf [Bakutodo]

ఌ︎Capítulo 24

La presencia de aquel infiltrado en la UA le estaba siendo más útil de lo que se imaginó

En un inicio sus servicios se limitaban a tan solo otorgarles información importante en torno a eventos de la institución como campamentos, seguridad, datos sobre All might y ese chico peliverde que comenzaba a convertirse en una molestia, así como información de la clase 1A.

Mas el enfoque del infiltrado cambió abruptamente desde ese día..

Ese maldito día en el que no pudo mantener a raya a su alfa interno luego de que comenzara a sentirse ansioso y desesperado por encontrar a alguien. Sus recuerdos después de perder el control eran más que borrosos y confusos y de no ser por Kurogiri y Toga no se hubiera enterado de que había acabado en la UA y que estuvo a punto de tener un combate con otros dos alfas de no ser por la intervención del primer mencionado, quien hasta se vio obligado a darle más de tres supresores y un somnífero con tal de mantenerlo tranquilo pero aún así eso no evitó que dejara su cuarto casi destrozado y hasta sus consolas de videojuegos fueron víctimas de ello.

Perplejo por sus repentinas acciones, se dispuso a encontrar respuestas aunque tardó menos de lo esperado en esa labor gracias a Kurogiri, quien le supo explicar que todo eso se había debido a que su destinado entró en celo.

Eso significaba que ahora tenía un omega..

¡Y jamás se imaginó que eso sucedería!

Siempre demostró nula importancia al hecho de formar lazos y encontrar algún omega con el que tener una familia a su lado, aparte que no creía para nada en eso de los destinados y prefería pasar sus celos encerrado en su habitación y usando un sinnúmero de supresores. Se suponía que su única prioridad era cumplir a cabalidad con lo que solicitaba su maestro para así asegurarse de que la sociedad de héroes se destruyera y de que All might fuese derrotado.

Sin embargo, la aparición de su destinado cambió abruptamente todo.

Su alfa interno continuaba actuando de inquieta forma para su desgracia y tan solo pudo calmarlo un poco cuando en una ocasión (estando ya harto de lo que sucedía) le exigió a Kurogiri que lo llevase a la habitación de la UA a la que su lado animal había ido al perder el control, aprovechando que era bastante tarde para ese punto y que la probabilidad de encontrarse a un héroe cerca era baja.

Le bastó con solo estar unos pocos minutos en el cuarto para que al fin pudiera retomar la calma y todo gracias al ligero olor a fresas y leche que se alcanzaba aún a percibir en el ambiente. Aquel era un aroma que en lugar de hostigarlo por lo cuan dulce que podía ser, le brindaba una calidez y armonía que le recordó a cuando su fallecida madre solía abrazarlo con dulzura y rodearlo con sus feromonas para ayudar a tranquilizarlo después de los severos regaños que recibía por parte de su padre.

Por esa razón fue que permaneció más tiempo de lo que tenía planeado en un inicio en ese cuarto aunque le molestaba mucho el hecho de que pareciera como si aquel aroma del que tan fascinado estaba estuviese cerca de desaparecer. Le fue inevitable el verse obligado a llevarse una que otra cosa de la habitación, más que nada porque su alfa interno le exigía el tener el olor de su destinado cerca suyo, razón por la que optó por llevarse consigo un peluche de gato junto a una cobija y unas cuantas prendas que ahora formaban parte de su habitación y que no permitía que nadie más los topase.